EL WANDA PONE A PRUEBA LA HEGEMONÍA CULÉ

Del Calderón al Metropolitano. (foto: Getty Images)

Con más tempranía de lo normal debido al Mundial de Rusia, se pone hoy cierre a la edición número 114 de la Copa del Rey. Por quinto año consecutivo, el Fútbol Club Barcelona ha construido su camino hasta la final en el torneo del KO, y para lograr su cuarto triunfo seguido deberá superar a un Sevilla que se ha acostumbrado a estas citas privilegiadas.

Los enfrentamientos en finales entre culés e hispalenses son ya todo un clásico del fútbol nacional y continental en este siglo. De las dos finales de Supercopa de Europa (2006 y 2015) a las dos de Supercopa de España (2010 y 2016), pasando por la de Copa (2016), el Barça ha conseguido levantar el trofeo de campeón en cuatro ocasiones, por tan solo una del Sevilla, la más lejana en la memoria de todos, aunque quizá no en la de los propios aficionados sevillistas. Ese día, los goles de Renato, Kanouté y Maresca hicieron caer al por aquel día campeón de Europa. La última final antes de que la era Messi comenzara. Desde ello, el argentino solo ha dejado de marcar en la final copera de 2016.

La única final que el Sevilla le ha ganado al Barça en sus recientes enfrentamientos. (foto: EDD)

Esa final de hace dos temporadas en el Vicente Calderón puede haber sido, hasta la fecha, la más igualada entre ambos conjuntos. En un partido de oportunidades y mucha tensión, el Barça tuvo que lidiar con jugar con diez desde el 35' por la roja a Mascherano y ver como Luis Suárez se iba lesionado al comienzo de la segunda mitad, mientras el Sevilla jugó toda la prórroga por la expulsión a Banega. El primer gol no llegó hasta que una genialidad de Messi permitió a Jordi Alba batir a Sergio Rico en el séptimo minuto del tiempo extra, que Neymar refrendó cuando la final moría, a pase de Messi y con el Sevilla con nueve por roja a Carriço, confirmando el brasileño así el dominio de los de Luis Enrique en la prórroga y besándose el escudo blaugrana. Las cosas han cambiado, sí.

El Barça alivió toda la tensión con el gol de Neymar. (foto: Pep Morata)

La travesía del Barça hacia esta final ha sido relativamente cómoda. Después de golear al Murcia (global 8-0) y al Celta (6-1), le tocó el Espanyol en los cuartos de final. Los pericos causaron la primera derrota de la temporada de los culés en la ida y se vieron remontados en la vuelta por la mínima, para caer solo 2-1 en el global. En las semis, los azulgrana pasaron con más comodidad de lo esperado ante el Valencia, por un global de 3-0.

Las banderas culés volverán a ondear en otra final copera. (foto: @FCBarcelona_es)

Los sevillistas han vuelto a poner la Copa entre sus mayores objetivos, y se ha notado. Tras superar al Cartagena (7-0) y al Cádiz (4-1), noqueó con autoridad a todo un Atlético de Madrid (5-2), venciéndole en el escenario que hoy acoge la final ya con Montella en el banquillo, e hizo del Sánchez Pizjuán terreno hostil para un Leganés expeditivo hasta esa fecha (3-1).

La temporada del Barça ha sido un ejemplo de regularidad y de mejora defensiva que se ha visto empañado por el naufragio europeo en Roma. Ernesto Valverde ha adaptado el estilo culé al suyo propio y ha convertido a un equipo que sufría en defensa en la mayoría de sus partidos en uno de los más sólidos de Europa, que aún no ha perdido en la Liga y aspira al doblete nacional.

Las exigencias en Nervión se han hecho mayores, y cuando la afición hispalense ve que su equipo no compite en todos los partidos y completa actuaciones discutibles, las críticas aumentan. Berizzo fue cesado a mitad de temporada y llegó Montella. La línea de trabajo del italiano ha mantenido vivo al equipo en Copa hasta la última cita y en Champions hasta los cuartos de final y a manos del Bayern, después de ganar en Old Trafford. Sin embargo, la Liga no pinta igual. Ahora mismo 7º clasificado a 3 puntos de Europa, los sevillistas han vivido goleadas como las del Bernabéu o la más reciente de Balaídos, que aún pesan en la conciencia.

Los sevillistas llevarán su "dicen que nunca se rinde" al Wanda. (foto: @JNavas)

Aún así, el Sevilla a un partido y motivado por su afición y su gente es un equipo más que peligroso. Con el choque de Liga aún reciente, que finalizó 2-2 cuando ganaban los del Pizjuán 2-0 a dos minutos del final, las esperanzas de derrotar al Rey de Copas crecen. Con Kjaer como única baja, Montella saldrá con todo lo disponible para intentar conseguir la sexta Copa sevillista con David Soria bajo palos, Navas, Mercado, Lenglet y Escudero en defensa, N'Zonzi y Banega en el doble pivote, Sarabia y Correa por bandas, Franco Vázquez enganchando y Muriel en punta.

El Barça está avisado: si no sale con los cinco sentidos puestos en el césped del Metropolitano se puede llevan algún que otro susto no deseado. El "Txingurri" Valverde dispondrá de todos sus efectivos para ir a por la 30ª Copa del club culé. Formará con Cillessen en portería, Sergi Roberto, Piqué, Umtiti y Jordi Alba en defensa, Busquets, Rakitic (recuperado de una lesión) e Iniesta en la sala de máquinas y arriba Coutinho y Luis Suárez acompañando a Leo Messi.

El impresionante coliseo que acoge los encuentros del Atlético de Madrid vivirá su primera final en su menos de un año de historia. Los aficionados ya están preparados, viviendo los momentos previos en la fiesta de cada Fan Zone correspondiente. La cuarta seguida del Barça o volver a saborear las mieles del triunfo para el Sevilla. A partir de las 21:30 comenzaremos a saber quién se lleva el partido entre campeones.

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