EL CHORREO DEL BALA

Así celebró Valverde su primera victoria en 2018. (foto: Manuel Bruque//EFE)

El 1 de julio de 2017, una curva a izquierdas anegada de agua en el kilómetro 7 de la primera etapa del Tour de Francia, en Düsseldorf, se llevó por delante las aspiraciones y esperanzas de Alejandro Valverde. El murciano fue uno de los varios ciclistas que sufrieron esa zona de la contrarreloj, y sin duda el que peor parado salió. El impacto con la base de esa maldita valla le causó una fractura en su rótula y astrágalo izquierdo, varios meses en el dique seco y una carrera en entredicho.

A sus 37 años, se puso en duda la recuperación de su pierna y aún más su retorno al alto nivel al que nos tenía acostumbrado antes del percance. En su segundo día de competición tras la lesión, ya en 2018, "Bala" ya había callado todas esas bocas. El 26 de enero, en el Trofeo Serra de Tramuntana de la Challenger de Mallorca, firmó un tercer puesto. Y al día siguiente, un cuarto en Andratx. Sus declaraciones confirmaban lo que la carretera había determinado y quizás asustaban más que los resultados: "Me he sentido muy bien, mis sensaciones han sido buenísimas, sobre todo en los puertos, me he encontrado muy bien subiendo". Como si no se hubiera ido.

Dos victorias de etapa y la General en la Volta a la Comunitat Valenciana, segundo en la Vuelta a Murcia, triunfo en una etapa y en la General del Abu Dhabi Tour, cuarto en la Strade Bianche y dos victorias de etapa y la General en la Volta a Catalunya. En apenas dos meses de año, ocho victorias. Más que en 2016 (7), las mismas que en 2015 y a tan solo tres de las cosechadas en ese triste 2017. Triunfos que van más allá de eso, que significan algo más que levantar los brazos en la línea de meta. Después de todo lo sufrido, demostrar que sigue estando ahí y que puede seguir batallando, y venciendo, a los más jóvenes y a los top del mundo, es aún más importante. Ejecutando su plan con sobriedad. Que se lo digan a Egan Bernal en La Molina.


La última victoria de Valverde, hasta la fecha, en La Molina. (foto: Luis Ángel Gómez//Photogomezsport)

Su interminable palmarés, además, le permite desenvolverse en carrera sin presiones ni obligaciones, algo que ha dicho y demostrado en miles de ocasiones. Entonces, ¿qué le espera a Valverde en el resto de este 2018? El murciano tiene confirmado en el futuro ir al Tour de Francia y a La Vuelta a España y, por lo pronto, acudir este miércoles a la A Través de Flandes, junto a Nairo Quintana, para prepararse para el pavés que le esperará en la ronda gala, donde será uno de los tres punteros de Movistar junto al colombiano y Mikel Landa. Muchos aficionados (yo entre ellos) desean también que este domingo aparezca por sorpresa entre las cotas y los adoquines del mítico Tour de Flandes, aunque todo parece indicar que eso no sucederá y nos volveremos a quedar con la pregunta un año más.

Una de las cuatro victorias de Valverde en Lieja. (foto: La Vanguardia)

No nos podemos olvidar de sus grandes "cotos de caza". El nombre de Alejandro Valverde resuena especialmente por las carreteras que atraviesan Lieja-Bastoña-Lieja y Flecha Valona cada año, en ese período del tiempo en el que las flores se asoman de nuevo. Igualar a toda una leyenda viva como es Eddy Merckx como el ciclista con más victorias en la historia en "La Decana" es una de esas pocas cosas que le quedan por hacer, junto con su otro gran anhelo, hasta obsesión, en su carrera deportiva: ganar un Mundial. Dos platas (2003 y 2005), cuatro bronces (2006, 2012, 2013 y 2014) pero ningún oro. Este año en Innsbruck, con el imperio Sagan en serio peligro de caer ante la dificultad del terreno, quién sabe si una última oportunidad se le presenta al murciano. ¿Por qué no...? Sería el broche de oro a una vida de ensueño sobre la bicicleta.

Hasta cuando parecía que no podía volver a sorprendernos, Alejandro Valverde lo ha vuelto a hacer. "El Bala" se subirá a una bici de manera profesional y dejando huella hasta el momento que él quiera. Porque se puede perder físico, pero nunca clase, ganas de ganar y de seguir superándose. Y en eso es el mejor.

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