TAL PARA CUAL

Nada raro. (foto: La Presse)

Mientras escribo estas líneas, Julian Alaphilippe se impone a gente como Peter Sagan o su compañero Viviani en un sprint masivo de la Tirreno Adriático. Hace 24 horas, Ion Izagirre ganaba en París-Niza y dos minutos después Jakob Fuglsang completaba una exhibición en la carrera de los tres mares, similar a la realizada apenas otras 24 horas antes por Lutsenko, quien parecía de hierro después de caerse dos veces en los últimos quince kilómetros y aún así superar a otros tres ciclistas en el sprint y acabar ganando.

Hemos llegado ya en el mes de marzo a un punto en el que cuando enciendes tu televisión, portátil o dispositivo electrónico preferido, presto y dispuesto para ver una carrera de ciclismo, eres plenamente consciente de que las opciones de que la victoria, sean en el lugar, en el terreno y en las condiciones que sean, se la lleve un jinete del Deceuninck - Quick-Step o del Astana son enormes. A 18 de marzo belgas y kazajos se han declarado como los grandes dominadores del pelotón. Así lo dicen sus números y la forma de conseguirlos.

De los de Lefevere nos lo esperábamos, porque es la tónica habitual y algo de lo que ya hablamos el curso pasado. A pesar de haber perdido, un año más, piezas de importancia en el último mercado ciclista como el futuro del sprinter Gaviria y el ganador en Flandes, Niki Terpstra, además de a Schachmann y De Plus, la Wolfpack sigue saciando su hambre de triunfos de una manera voraz. A estas alturas de temporada poseen ya 18 triunfos, tres más que hace exactamente un año, a los que se les suman cinco segundos puestos y diez terceros puestos.

Y aún venía otro por detrás. (foto: dhnet.be)

Victorias que se han fraguado, en su gran mayoría, en grandes citas y desde una superioridad absoluta frente a los rivales. Y lo peor, que ya ni sorprende. Como ver a cualquier hombre con los colores del Team Sky ganar en Francia, y al contrario que ver a Nairo Quintana y al Movistar Team ejecutando una estrategia inteligente y a la ofensiva en busca de una general individual.

Desde Elia Viviani, que ha pasado de ser el frustrado sprinter al más peligroso y vigilado en cada carrera en la que compite, hasta el ya nombrado Alaphilippe, autoritario en cada competición que pisa (incluso en las que debuta como Strade Bianche), pasando por el asombroso tres de tres protagonizado por Zdenek Stybar, Bob Jungels y Florian Sénéchal en el inmaculado inicio de las clásicas de primavera, en los que aparte de ganar, acaban colocando a dos/tres hombres más en el Top 10. Y no puedo dejar sin nombrar el "milagro ciclista" de, otra vez, Stybar. El otrora campeón del mundo de ciclocross, especialista en el pavés, dejó a todo el mundo sin palabras en un puerto de primera categoría en la Volta ao Algarve. Al ritmo que llevan, las 73 veces que levantaron los brazos en 2018 parecerán pocas. Solo la estructura de Lefevere podría hacerlo.

En el caso de los de Vinokourov, su inicio de año sí que ha resultado sorprendente. Llegadas al equipo como las de los hermanos Izagirre han añadido un plus de calidad y competitividad al equipo, que además ha visto como los que ya estaban han empezado 2019 de manera fulgurante. Lo de Alexey Lutsenko parece de otro mundo. Leía en Twitter que al kazajo lo "fabricaron" donde los Sputnik, y vista la forma de conseguir sus hasta ahora cuatro victorias de etapa y una general -en Omán-, no parece una idea muy desencaminada... Y lo de Tirreno ya escapa a cualquier raciocinio posible.

Astana ha dejado especialmente su huella en Murcia con dos triunfos de etapa y la general de Luis León Sánchez (Valverde approves), en Omán con tres etapas y la general para el propio Lutsenko y en una carrera un poco más random como el Tour de Rwanda, gracias a otras dos de sus altas de este curso como el eritreo Merhawi Kudus, ganando dos etapas y la general, y el colombiano Rodrigo Contreras, que cosechó su primer triunfo profesional.

Lo avisaron. (foto: Twitter @AstanaTeam)

Estas han sido una parte muy importante de las ¡¡19 victorias!! que ya lleva el Astana, sin obviar los once segundos y terceros puestos que han logrado. Para ponernos en perspectiva, a estas alturas en 2018 llevaban cinco triunfos (en este marzo llevan seis), y acabaron con 30, o lo que es lo mismo, han superado ya la mitad de victorias del curso pasado en tres meses de temporada. Y la verdad es que no podemos decir que no nos hubieran avisado en ningún momento, porque todas sus "amenazas" proferidas en el sorprendente, además de nacionalista, rap que lanzaron a mediados de enero se están cumpliendo. Ojo con la París-Roubaix... 

La rutina se está instalando en el tan querido e impredecible ciclismo. Los culpables tienen nombres y apellidos que nos estamos cansando ya de repetir en cada día de competición. Allí están siempre y casi nunca fallan. ¿Matando el ciclismo? No lo sé. ¿Ganando con una superioridad insultante en muchas ocasiones? Sin duda. Y esperemos que sea lo único que podamos reprocharles.


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