Si algún tipo de competición es propicia para las sorpresas, es la Copa. Si existe algún torneo en el que las sensaciones juegan un papel importante, es la Copa. Agarrados firmemente a esta consigna, el año pasado el Barça Lassa, que en medio de su crisis de juego y resultados acababa de reemplazar a Sito Alonso por el veterano Svetislav Pesic, levantó el trofeo de campeón derrotando al dominador de la última época, el Real Madrid de Pablo Laso.
Que la victoria del Barça Lassa fuera una sorpresa, teniendo en cuenta lo que representa y el presupuesto que posee, es algo incoherente. Por eso, que este 2019 se presente como cabeza de serie, líder en la Liga, practicando un baloncesto sólido y ganando -algo que recordaban a cuentagotas en el Palau- sí se ajusta, más o menos, al guión que cada aficionado tiene fijado desde pretemporada.
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El Barça ganó por un solo punto en el único enfrentamiento de esta temporada, en la Fonteta. (foto: David González//AS) |
Y así es que a esta edición, con permiso del Real Madrid, el club culé llega como favorito. Los Heurtel, Hanga, Séraphin -recuperado para la causa-, Claver -renacido-, Tomic, Pau Ribas, Pangos o Kuric han conseguido lo impensable hace menos de un año. Una etiqueta la de favorito que, sin embargo, de poco vale en la Copa, en la que una pájara mínima puede echar por la borda todo el trabajo antes realizado, y más ante peligrosos rivales como el primero que afrontarán los blaugrana en cuartos de final.
Lejos quedan las primeras vueltas perfectas o mismo el título de Liga de 2017 para un Valencia Basket que, con Jaume Ponsarnau en el banquillo, ha mostrado una irregular versión este curso, capaz de lo mejor -como ganar nueve partidos seguidos y estar en buena posición en EuroCup- y de lo peor -perder los dos últimos antes de esta Copa ante dos rivales inferiores-. De lo que hagan Bojan Dubljevic, Will Thomas y la experiencia de Fernando San Emeterio, único jugador de la plantilla que sabe lo que es ganar la Copa, dependerán, en buena medida, las aspiraciones del equipo taronja.
Cuando su partido haya empezado, a las 21:30 horas, valencianos y barceloneses ya sabrán su rival. Iberostar Tenerife y Unicaja serán los encargados de abrir la Copa ACB 2019 a las 19:00 horas, en un duelo entre uno de los mejores equipos defendiendo y uno de los que mejor ataca en la Liga Endesa. Curiosamente, los de Txus Vidorreta se metieron en esta Copa como cabezas de serie gracias a un triunfo sobre los de Luis Casimiro.
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Los líderes de cada barco, llamados a liderar a su equipo a las semis. (foto: ACB Photo) |
Dos equipos muy capaces de dar un susto a cualquiera, que tienen una gran oportunidad de sacarse en este igualado duelo el billete a semifinales, algo que Unicaja -campeón en 2005- no consigue desde 2015 e Iberostar Tenerife logró por primera y única vez el año pasado. El partido estará marcado, a parte de por las actuaciones de Giorgi Shermadini y Colton Iverson en la pintura, por las de Jaime Fernández y Javi Beirán, los dos jugadores españoles mejor valorados del campeonato liguero.
Por el otro lado del cuadro, el primer choque de cuartos de final, que se disputará viernes a las 19:00 horas, será uno de contrastes. Kirolbet Baskonia es ya un habitual en estas lides, al igual que antes lo era su rival, un histórico como el Divina Seguros Joventut. Es difícil explicar como un histórico del baloncesto llevaba desde 2015 sin disputar una Copa, y más aún viendo que hace prácticamente un año estaba al borde del abismo de la desaparición.
Afortunadamente eso es pasado ya, y hoy la Penya es otro equipo bien distinto. Revelación de lo que va de curso, el equipo de Badalona, dirigido por Carles Durán, es uno de los más alegres sobre la cancha, con Marko Todorovic en la zona y Nico Laprovittola como jefe de operaciones dejando actuaciones magistrales como la realizada ante el
Herbalife Gran Canaria. Para lograr el pase a semis tendrá que hacer
pupa a uno de sus ex equipos, el Kirolbet Baskonia.
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Huertas, ex Joventut, y Laprovittola, ex Baskonia, los dos faros de sus equipos. (foto: ACB) |
Los vitorianos, terceros en discordia del basket nacional, han tenido una temporada convulsa hasta el momento, con la destitución inesperada de Pedro Martínez y la enésima vuelta al banquillo de Perasovic, pero no les ha frenado para ser segundo cabeza de serie en esta Copa, uno de los trofeos que más ilusión hace a su afición y que llevan diez años sin levantar. Sin los lesionados Shengelia, Garino y Granger, sus aspiraciones estarán en las manos de Luca Vildoza, Marcelinho Huertas y su segunda juventud y el anotador Shavon Shields.
El último partido de cuartos será el que despierte la mayor atención de la ciudad organizadora y el que llene, sin duda, el WiZink Center. Qué mejor para una Copa en Madrid que un derbi madrileño que además son dos de los históricos de este deporte. La rivalidad entre Real Madrid y Movistar Estudiantes vivirá un capítulo especial, más si cabe, este viernes a partir de las 21:30 horas.
Será la sexta vez que estudiantiles y merengues se crucen en una Copa ACB, siendo el último choque en el año 2005. Aunque la palma en esos partidos y en los últimos en general se la lleva el Real Madrid de Pablo Laso y su plantilla es de un nivelón muy superior, el último precedente le sonríe a los colegiales. Hace apenas un mes los de Josep Maria Berrocal doblegaron al equipo campeón de Europa por primera vez desde 2014.
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Derbi por todo lo alto. (foto: EFE) |
Volver a conseguirlo pasará porque el superclase y experimentado Gentile, el pasional Darío Brizuela -máximo anotador nacional de la Liga Endesa-, el acierto de los Omar Cook o Lude Hakanson y la fuerza de Shayne Wittington en la pintura saquen sus mejores versiones ante monstruos del baloncesto como Sergio Llull, Gustavo Ayón, Facu Campazzo o Walter Tavares -aunque sin Trey Thompkins-, mucho más acostumbrados a estas situaciones de alto nivel que los estudiantiles, que desde 2013 no participaban en una Copa. Todo un duelo de altas tensiones entre vecinos.
Son solo 96 horas, pero merece la pena vivirlas. Uno de los eventos a los que un servidor ambiciona asistir algún día. La mejor liga europea de baloncesto se abre paso en su mayor expresión, en un formato muy atractivo para el espectador y en un
non-stop que a algunos jugadores no les gustará pero abre el abanico de la emoción, la igualdad y la competitividad. Disfrutemos.
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