"O REI" DEJA SU TRONO

(foto: bitbol.la)

Después de numerosos amagos, Alessandro Rosa Viera puso fin a su carrera deportiva la semana pasada. A simple vista este nombre no le dirá nada a la mayoría de las personas que lean esto, pero si digo que me refiero a Falcão las cosas se aclaran. Y si ampliamos aún más para decir que el deporte que deja es el fútbol sala se abren todas las perspectivas.

Hasta la persona que no sabe o no le interesa el fútbol sala ha oído hablar o ha visto los famosos vídeos de "skills & highlights" y los golazos de vídeo consola tanto de Ricardinho como de Falcão, los dos máximos exponentes mundiales del 40x20 en este siglo y de la pureza de este deporte. Un empeñado en buscar lo imposible, en realizar lo inimaginable, en hacer lo que nadie piensa en hacer, en inventar y reinventar nuevos regates, dribblings, remates... Un fuera de serie.

A excepción de Ricardinho, al brasileño nunca le ha hecho falta salir de su país para entrar de lleno en el olimpo del fútbol sala -aunque a punto estuvo de ser jugador del Cartagena- y ser imagen mundial. En la liga carioca se erigió en lo que es hoy, uno de los personajes más admirados en Brasil y la figura más respetada del deporte. Corinthians, General Motors, Atlético Mineiro, São Paulo, Banespa, Malwee, Santos, Intelli y Magnus disfrutaron de su magia, sus interminables trucos y su competitividad, con la que ha llenado una sala de trofeos inmensa -trece trofeos estaduales, nueve nacionales, siete sudamericanos, siete Libertadores y dos Intercontinentales-.

Levantó la Libertadores con la camiseta del Santos. (foto: Futura Press)

También el deporte rey disfrutó de sus pasos en un breve tiempo. En el año 2005 probó suerte en el fútbol con el São Paulo FC. Sus aptitudes perdían relevancia en un deporte más parado, menos elegante, y no tuvo la continuidad que pretendía. Lo que sí consiguió fue llenar un poco más su abultadísimo palmarés, conquistando en ese añito lo que muchos pretenden y buscan en toda su carrera, la Copa Libertadores. Nacido para ganar.

Por fortuna o por desgracia, poca gente recuerda ese periplo en el fútbol, al contrario que sus enfrentamientos -incluso tomando la literalidad de la palabra en ocasiones- con el gran equipo español del fútbol sala, el Inter, en el torneo de la Intercontinental. Choques vibrantes y encarnizados, que dejaron muchas polémicas e iban más allá de levantar el trofeo de rey del mundo, ese que no pudo conquistar hasta 2016 y repetir en este mismo 2018.

Un duelo que se extrapolaba hasta llegar significar una lucha entre quién poseía la supremacía del fútbol sala mundial, Brasil o España. Como cuando la verdeamarela y la roja se enfrentaban en competiciones internacionales, sobre todo el Mundial. De las últimas seis ediciones, solo en dos no se han visto las caras la Brasil -de Falcao en 2008 y 2012- y España, liderada siempre por futbolistas interistas.

Con una parálisis facial y una pantorrilla tocada, fue el artífice de la remontada en cuartos del Mundial'12 vs Argentina. (foto: FIFA)

Ahí siempre se llevaba el gato al agua Falcão. Apoyado por una serie de jugadores con unas condiciones típicamente brasileñas -muy talentosos, efectivos de cara a portería, con un buen físico y descarados-, "O Rei" pudo con los Luis Amado, Torras, Álvaro, Ortiz, Javi Rodríguez, Fernandão y un largo etcétera.

Con su selección ha pasado a la historia y ha tenido también varios rifirrafes. Una relación simbiótica de amor y odio. La friolera de 400 dianas ha anotado con la canarinha en 258 partidos, que le han valido para ganar esos dos Mundiales -2008 y 2012, en el que sufrió una parálisis facial-, once Grand Prix y cinco Copas América. Pero también es uno de los más críticos con los jefes de la federación, y fue el líder del grupo de jugadores que en un principio se negaron a jugar el Mundial de Colombia 2016 por las enormes deudas que acumulaba.

Con su copa más preciada. (foto: AFP)

Con 41 años, cada vez jugando menos y teniendo que infiltrarse para no tener dolor en uno de sus pies, el cuatro veces nombrado mejor jugador del mundo ha puesto fin a una carrera de más de 20 años. Lo hizo en la final por el título liguero de Brasil ante Corinthians, el equipo de sus inicios. Desafortunadamente, no pudo despedirse con sonrisa, pero sí inmerso en un curioso episodio.

Aunque siempre deja la puerta abierta y en 2019 le harán un amistoso de despedida -el enésimo-, Falcão asumirá otro rol en el mundo del fútbol sala, el de defensor y promotor del deporte, con el claro objetivo de, un día, llevarlo al olimpismo. "El futsal se vende muy mal (...), las federaciones entienden el márketing como coste y no como inversión. Hay que hacer del fútbol sala un gran evento".

Con el adiós de Falcão se despide la gran figura mediática del fútbol sala y también el máximo referente -con el permiso de Ricardinho- de una forma de jugar que cada vez se ve más desplazada, la de esos gambeteadores y regateadores incansables, que ponen por delante levantar a la bancada a cualquier cosa. Por eso siempre será "O Rei".


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