MAESTRO SIN CORONA

(foto: AFP)

El palmarés de Rafael Nadal Parera está plagado de trofeos y récords, hasta el punto de estar continuamente en la terna a mejor deportista español de la historia. Esto no es algo que vaya a descubrirle a nadie, la verdad. Pero, entre todos esos éxitos, el manacorí sigue teniendo un hueco por rellenar en esa extensísima vitrina, que tendrá que esperar al menos otro año más para ver su puesto cubierto.

Se trata de la Copa de Maestros. Después de los cuatro títulos Grand Slam, es la cita más prestigiosa de la temporada. Se disputa en Londres, en pista dura, siempre a finales de año y recoge a los ocho mejores tenistas en los últimos doce meses. A diferencia de la mayoría de torneos del mundo tenístico, está compuesto por dos grupos de cuatro jugadores, y los dos mejores de cada uno se clasifican para las semifinales.

Dicho todo esto, parece obvio pensar que Rafa Nadal es un habitual en el Torneo de los Mosqueteros. Sin embargo, con esta edición de 2018, son ya seis las veces que ha tenido que renunciar a jugar en la última gran competición del curso. Las malditas molestias y lesiones le han perseguido continuamente en su brillante carrera, más si cabe en las partes finales de las temporadas, con todo el desgaste acumulado haciendo mella. Y a consecuencia de ello, la Copa de Maestros es la gran perjudicada.

En 2005, en su segundo año de profesional, una lesión en el pie izquierdo fruto de malos apoyos lo dejó fuera. En 2008, después del oro olímpico, una tendinitis en su rodilla derecha. En 2012 otra lesión en su rodilla. En 2014 una apendicitis. En 2016, después de ser oro en dobles en los Juegos de Río, unas molestias en su muñeca izquierda. En 2017 se retiró después del primer partido, las culpables fueron nuevamente unas molestias en la rodilla.

Y en 2018, problemas en el abdominal y en un tobillo han sido las razones por las que Nadal se ha visto obligado a volver a decir no a la oportunidad ser un Maestro. Forzado a no saciar su infinita hambre con un manjar que todavía no ha tenido el gusto de probar.

Su último gran reto. (foto: CordónPress)

No ha sido por intentarlo. Hasta dos veces se ha quedado con la miel en los labios, en 2010 y en 2013, perdiendo en la final ante Roger Federer y Novak Djokovic respectivamente, y en tres fue superado en las semifinales, en los años 2006, 2007 y 2015.

Mientras tanto, los otros grandes dominadores de la raqueta en los últimos tiempos, el serbio Novak Djokovic, ganador en cinco ocasiones, y el suizo Roger Federer, en seis, se llenaban la saca de títulos de la Copa de Maestros, aprovechando la ausencia o la mala forma de Rafa Nadal, o simplemente su ligera superioridad en pista rápida indoor, una superficie en la que al manacorí siempre le ha costado más imponer su estilo de juego.

Este año tendrán la ocasión de hacerlo el nuevo nº1 del ránking ATP Djokovic, Federer en busca de seguir agrandando su leyenda, o los outsiders Zverev, Anderson, Cilic, Thiem, Nishikori e Isner. Esta temporada, en la que Nadal, viviendo una segunda plenitud después de su crisis de rendimiento y resultados entre 2014 y 2016, ha ganado más que nadie, tampoco se podrá erigir como el gran Maestro del circuito ATP. Habrá que esperar a 2019.


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