LA VUELTA MÁS INCIERTA

(foto: José Jordán//AFP)

Agosto. Calor. Fin de verano. Canciones sosas. Cuestas de cabras. Autopistas. Etapas unipuerto. La Camperona. Andorra. Madrid. Guillén. Sí, es tiempo de La Vuelta a España, una carrera que en los últimos años nos ha dejado grandes batallas y sorpresas que hicieron saltar la banca. Aquí Contador pudo con Froome -no es broma-. Aquí han ganado ciclistas que nunca te imaginarías, como Juanjo Cobo -corriendo para el GEOX, el colmo del bizarrismo- o Chris Horner -a sus tropecientos años y con alergia al sillín-, y aquí nació el Tom Dumoulin escalador -nunca olvidaremos Cercedilla-. En una edición que se presenta tan abierta como la de 2018, no sería extraño ver todo esto junto y revuelto.

Desde la crono inicial de Málaga el sábado 25 de agosto hasta Madrid el domingo 16 de septiembre, nueve llegadas en alto -ocho de ellas en puertos de primera o categoría especial-, cuarenta kilómetros de contrarreloj distribuidos en dos etapas, unas seis etapas para los sprinters, que suelen ser pocos de calidad en La Vuelta -aunque este año uno muy importante ha vuelto, valga la redundancia-, y el resto factibles para una emboscada o para que esos valientes fugados tengan su oportunidad de alzar los brazos.

¿Quién es el gran favorito para La Vuelta a España 2018? A ese concepto, tan abstracto como casi siempre acertado, responde el 10º clasificado del pasado Tour de Francia. Con Mikel Landa lesionado y Alejandro Valverde con la mirada más fijada en el Mundial de Innsbruck, Nairo Quintana se presume como el máximo líder del Movistar Team, y por ende primero en el escalafón de favoritos. Una ronda gala desastrosa para el colombiano, que consiguió salvar con ese triunfo en Saint-Lary Soulan, le hace encarar esta Vuelta con mayor presión y obligación de hacer algo grande. El colombiano ya sabe lo que es ganar en Madrid después de competir en el Tour, como hizo en 2016.

Nairo volvió a ganar en el Tour cinco años después, pero perdió pronto el tren de la General. (foto Movistar Team)

Quintana no estará rodeado de tantas "superestrellas" pero sí de un equipo más equilibrado. El antes mencionado Valverde, Andrey Amador, Richie Carapaz y Winner Anacona serán, sin duda, grandes ayudas en la montaña, mientras que Erviti, Benatti y Nelson Oliveira son tres gregarios muy capaces en otros terrenos.

No fallamos en el Tour de Francia, desgraciadamente. En la etapa del pavés, y para hacerlo más dramático, antes de la llegada de los adoquines, Richie Porte puso pie a tierra por enésima vez. Un mes después, el australiano aborda esta Vuelta a España como una oportunidad perfecta para redimirse, más aún sin la presencia de un Sky de altísimo calibre rondando. Esta será la última GV de su equipo, el BMC, que será absorbido por el CCC a final de año. Para luchar por la General, el aussie contará con la colaboración de dos hombres que le tienen cogida la medida a esta carrera, como Roche y De Marchi, además de Dylan Teuns, Rohan Dennis o Fran Ventoso. Sin olvidarnos que, de entre los favoritos, es el mejor en crono. ¿Y si esta vez...?

A horas de comenzar, tiene problemas intestinales. Lo de Porte es de análisis riguroso. (foto: Photonews)

En 2017 se lució como uno de los más fuertes en montaña, pero nunca tuvo opciones de luchar por la General. El mejor joven de la pasada edición -ojalá llegue el día en el que introduzcan oficialmente esta clasificación- está aquí. Después de finalizar tercero en el Giro y demostrar su gran estado de forma en la Vuelta a Burgos, Miguel Ángel López afronta con muchas esperanzas esta Vuelta a España. Su condición de escalador nato se adapta al recorrido de la carrera, y no le faltará ayuda por parte de un equipo bastante majo, destacando a Pello Bilbao, Dario Cataldo, Jan Hirt y Omar Fraile. El conjunto que se ha armado Astana puede dejarnos buenos días en la montaña.

MAL es BIEN. (foto: noticiclismo.com)

Un incidente con un aficionado -que se pudo haber evitado- en el Tour provocó el abandono de Vincenzo Nibali, que se había mostrado con buena forma en los días anteriores. Aunque él profese que no está al 100% y que su objetivo es ponerse a tono para el Mundial, todos sabemos que si "Lo Squalo" huele sangre, irá a por su presa, y más con el sueño de la Grande Boucle truncado. Solo hay que ver el equipo que se lleva. Los hermanos Izagirre, el en alza Mark Padun -solo 22 añitos-, su gregario del alma Pellizotti o el sorprendente Pernsteiner, además de un Iván García Cortina que de seguro contará con libertad, pero no dudará en echar una mano al italiano. A la chita callando llegan el dorsal nº1, campeón de 2010 y subcampeón de 2017 que, junto a su Bahrain-Merida, siempre prometen acción.

Lo que pudo haber sido y no fue en mayo... Simon Yates aterriza en La Vuelta con la debacle final en el Giro aún presente. Mientras, su hermano Adam querrá olvidar un Tour en el que nunca consiguió encontrar el golpe de pedal. Ambos se plantan como los dos líderes del Mitchelton-SCOTT. Veremos si llegan con la luz encendida -como Simon recientemente en Polonia- o si al contrario se les hace de noche. El mejor gregario de Simon en la Corsa, Jack Haig, estará presente y será su gran compañero en la montaña junto a Edmondson y Howson. Para los sprints tendrán a Mezgec, Albasini y Trentin, flamante campeón de Europa.

¡Aquí está Pinot! En circunstancias normales, es uno de los favoritos para hacer podio. En el Giro lo tenía en su mano, hasta que explotó en la última semana. Con el Tour desechado y después de una buena actuación en Polonia, él y su Groupama-FDJ lo darán todo por volver a pisar un escalón del podio. No están Gaudu ni Reichenbach, pero sí Duchesne, Preidler, Molard, Delage y los novatos en GV, Benjamin Thomas y Léo Vincent. Ojalá ver a un Thibaut valiente. Es lo que llevo pidiendo muchos años. Lo que le falta para dejar de ser la eterna promesa francesa -como a Bardet vaya-.

Si ataca una sola vez, estaré contento. (foto: AFP)

No se puede dudar que La Vuelta es la carrera de Wilco Kelderman. A excepción de un 7º puesto en el Giro 2014, cuando todavía era una promesa, sus mejores resultados en GV los ha firmado en España (14º en 2014 y 4º en 2017). Perdió el podio hace algo menos de doce meses en el Angliru, y en julio se truncó su participación en el Tour por caída. Este año lo tendrá más complicado para luchar por el podio de Madrid. Sin Kragh Andersen, sin Ten Dam, sin Oomen y sin Dumoulin, los encargados de echarle una mano en su Team Sunweb serán Geschke, Fröhlinger, o los noveles Jai Hindley y Michael Storer. Kelderman lo tendrá difícil, más si cabe comparado con el año pasado, pero en ocasiones como estas es donde se demuestra la clase de un ciclista.

El Tour de Ilnur Zakarin ha sido una cosa curiosa. Pocas veces con las piernas para luchar por algo importante, el de Katusha Alpecin se resignaba en muchas jornadas a mantenerse y quedarse, mantenerse y quedarse, y así sucesivamente, del grupo de favoritos. Está claro, no tiene las mismas fuerzas que en 2017 le hicieron subirse al tercer cajón del podio en Madrid, pero pundonor no le falta. Además, contará con la inestimable ayuda de Boswell, Hollenstein, Kochetkov, Machado, Lammertink y sobre todo José Gonçalves.

Como representantes de este blog, es decir, outsiders de esta Vuelta, colocamos a cinco corredores. Rigoberto Urán -se fue lesionado del Tour pero llega con un equipo con Rolland, Woods, Simon Clarke y ¡Dani Moreno!-, Emanuel Buchmann -su primera gran responsabilidad, y con Majka y Formolo de grandes gregarios-, Enric Mas -su equipo estará más fijado en Viviani, pero con la ayuda de Devenyns, De Plus y Asgreen puede plantearse altas metas-, Steven Kruijswijk -a ver cómo llega después de un formidable Tour, curiosidad de verlo a él, a George Bennett y a la promesa Kuss- y por último me dejo a la gran incógnita. ¿Dónde está Fabio Aru? Se le busca desde el Tour 2017, y él busca a su estado de forma. Una carrera que le ilusiona, que ganó en 2015, puede ser la fórmula perfecta para remontar un año para el olvido. Y ojo, que tendrá a su lado al supercombativo del Tour, Dan Martin, junto a Bystrom o Conti.

El genio de las cronos llanas. (foto: triatlonweb.es)

Y no, no me olvidaba. No podemos hacerlo. Sería una herejía. El Team Sky. El temido Team Sky. Una etapa les bastó para ganar el Giro. Otro año arrasando en el Tour. Y llegan a La Vuelta sin líder fijo... y siguen dando miedo. Froome y Thomas se han borrado, y una caída de Bernal acabó con sus opciones de aparecer en Málaga. ¿De la Cruz? ¿Kwiatkowski? ¿Henao? Si se lo plantearan podrían ganarla hasta con otro joven superdotado como Tao Geoghegan Hart. ¿O ya se lo están planteando? Y bueno, no le perdamos el ojo al joven Sivakov y al todoterreno Jonathan Castroviejo. ¿Alguien tiene dudas de que estarán ahí arriba? ¿Cuántas preguntas me he hecho?

No descarten ver a este jovenzuelo de rojo en Madrid. NO LO HAGAN. (foto: Getty Images)

Será una Vuelta especial, porque contará con la presencia del maillot más bonito del mundo, el arcoiris. A pesar de que no se lo merece la organización, Peter Sagan es un ciclista de los aficionados. El eslovaco vuelve para honrar la carrera después de que en 2015 una moto lo tirara y le hiciera abandonar. Aún sigue esperando las disculpas. Puede ser esta la Vuelta con mejor nómina de sprinters en muchos años -no era difícil la verdad-. A Sagan se le une Trentin -llega en gran forma mental y física, y en 2017 ganó cuatro etapas-, Felline -aún por estrenarse en GV-, Bouhanni -castigado en el Tour-, Danny Van Poppel -ganador de etapa en 2015- y Viviani -unas dos etapas no se las quita nadie, bueno, quizás Sagan-. Cuatro hombres de enorme cartel que tendrán en otros outsiders como Restrepo, Van der Sande y hombres de los equipos nacionales invitados -Burgos BH, Euskadi Murias y Caja Rural- como Jetse Bol, Jon Aberasturi y Álex Aranburu, unos rivales invitados que pueden dar algún susto. Eso sí, el jersey verde lo acabará vistiendo el de siempre.

PÍDANLE PERDÓN. (foto: cyclingweekly.com)

En una Vuelta con mucha montaña, no sería extraño que el jersey blanco a puntos azules lo acabe vistiendo un hombre de la General. Aún así, habrá unos cuantos locos que intenten romper esto. Gente que si cuenta con libertad, como es el caso de Rafal Majka, Dan Martin, Omar Fraile, Bauke Mollema -no disputará la General-, Gianluca Brambilla o Pierre Rolland, otros que lo buscarán para que su equipo salve la carrera, véase Thomas De Gendt, Louis Meintjes, Igor Antón o Alexandre Geniez, y los más modestos, que lo tendrán como objetivo principal, como puede ser para Sergio Pardilla, Eduard Prades o cualquiera de los Burgos BH.

La clasificación por equipos la ganará Movistar Team. Sería un desastre no hacerlo siendo el único equipo que se la plantea. No hablo de la insignificante combinada porque... ¿a quién le importa ese jersey? #JerseyDeJóvenesYa. Por ahora nos tenemos que conformar con el "dorsal AS". El favorito para conseguirlo es Miguel Ángel López, que revalidaría el título de 2017. Sus posibles rivales, hombres ya mencionados antes como Enric Mas, Sepp Kuss, Tao Geoghegan, Richie Carapaz, y otros de la talla de Tiesj Benoot -lo gafé en el Tour y no quiero hacer lo mismo ahora- o Alexis Gougeard.

En las previsiones de cada año apenas se menciona La Vuelta a España, pero al final, y a pesar de recorridos extraños, se está acostumbrando a dejarnos mucho espectáculo y momentos para la historia reciente. El último fue la retirada de Alberto Contador. En una edición tan abierta, por qué no seguir creando imágenes para el recuerdo, que podamos rememorar en el futuro con orgullo. Porque al fin y al cabo esto es el ciclismo, aunque a algunos les duela.

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