LA REDENCIÓN

Messi deja cariacontecido el césped del Camp Nou tras caer ante el Chelsea en 2012. (foto: Getty Images)

Leo Messi volverá a vestirse de corto esta tarde a las 20:45, después de tomarse un merecido descanso la semana pasada por su tercera paternidad. El argentino no regresa en un día sencillo, ya que lo hace en un importante choque de octavos de final de Champions en el que todo está en el aire. El rival, el Chelsea. El escenario, el Camp Nou. Con estos dos factores como protagonistas, el crack vivió uno de los peores momentos de su carrera deportiva.

El 24 de abril de 2012 el Barça de Pep Guardiola se jugaba el pase a su segunda final consecutiva de la Champions League en el Camp Nou ante el Chelsea. El resultado de 1-0 de la ida, con el tanto de Didier Drogba, jugaba a favor de los blues. Como en el Bridge, el club culé fue muy superior, en busca de una remontada que logró en 43 minutos por medio de Busquets e Iniesta. Pero el momento cumbre del choque fue el fallo de Messi en un penalti que hubiese supuesto el 3-1, tras el tanto de Ramires. El disparo del 10 lo escupió sin piedad el travesaño. Leo seguía sin anotar contra Cech, contra el Chelsea y al final las fotos fueron para Torres, que sentenció a un Barça volcado al ataque en una acción a la contra, tras regatear a Valdés, y se sacó su billete para Múnich y para su primera Copa de Europa.

Uno de los lamentos de Messi. (foto: Getty Images)

Casi seis años después, Messi ya ha batido a Cech (con el meta checo en el Arsenal) y ya ha marcado al Chelsea y en Stamford Bridge. Esto último lo hizo en el partido de ida, tras la única concesión de los de Conte en los 90 minutos de juego. Muchas cosas han cambiado desde ese día de 2012, pero en el club londinense saben qué no lo ha hecho. Willian, el máximo conductor de los ataques blues en la ida, no se cortó en afirmar que "Messi puede hacer lo que quiera con el balón", mientras el técnico Antonio Conte puso su fijación en Iniesta, "un genio del fútbol, como Pirlo". Argentino y manchego serán las grandes amenazas para un Chelsea donde tienen claro que "debemos copiar el partido de Londres", palabras de Willian.

En el encuentro de ida, los blues hicieron más con menos. Dos disparos al palo del talentoso brasileño, antesala de su gol, y las rápidas contras fueron mayor amenaza que la posesión del cuero de la que el Barça dispuso de manera estéril, ante la muralla infranqueable que encabezó Thibaut Courtois. Solo ese error de Christensen en la salida de presión, en un pase hacia Fábregas que nunca llegó a su destino, permitió salir contentos a los culés de Fulham Road. Casualmente, el robo de balón fue de Iniesta y el tanto, como ya hemos dicho, de Messi.

Willian intentará volver a ser la pesadilla de la zaga culé. (foto: News Group Newspapers LTD)

El 8 del Barça es la duda en el once, ya que llega entre algodones tras lesionarse en el choque liguero ante el Atleti de hace dos semanas. La otra pregunta es si Valverde optará por Paulinho o Dembélé, tras un convincente partido del francés en Málaga. Sergi Roberto seguirá en el lateral diestro ante la baja de Semedo. Por el Chelsea, una gran duda surge en torno a la posición de Eden Hazard. El belga ha confesado que no le gusta jugar de falso nueve, y se le nota en el verde. Por eso, Conte podría pensar en introducir a Giroud o Morata para conceder más libertad a su estrella. Lo cierto es que entre francés y español suman un solitario gol en este 2018, y eso es lo que precisamente deben buscar los blues esta tarde-noche si quieren seguir su camino europeo.

Recientemente, Alexis Sánchez confesó que Messi lloró en el vestuario tras marrar el penalti. El argentino no ha olvidado. Las noches de Champions siempre son especiales en el Camp Nou, pero hoy más que nunca se la espera. Leo buscará la revancha e intentará ser el gran protagonista, en primer lugar para dedicarle una formidable actuación a su hijo Ciro, y en segundo lugar para olvidar uno de sus mayores traumas deportivos, su único "pero" como culé, y llenar esas portadas que pudo, y deseó con todas sus fuerzas, haber llenado ese 24 de abril de 2012.

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