LOS MEJORES ACABAN A TABLAS

(foto: LaLiga)

El Valencia y el Barça han firmado un empate (1-1) en Mestalla que deja a los culés líderes con 35 puntos y a los ché segundos con 31, y que posiciona a Atlético y Real Madrid a 8 puntos de la cabeza liguera, lejos pero ya menos que antes de esta jornada 13.

Una parte para cada uno puede ser el resumen, en grandes rasgos, de un partido de menos a más en intensidad. Comenzaron los dos equipos bien plantados en el campo, pero poco a poco el Barça se fue imponiendo, gracias a su solidez defensiva cada vez que el Valencia intentaba salir, que eran pocas veces, debido a la gran presión tras pérdida de los centrocampistas culés (Paulinho, Rakitic, Busquets). Pero cuando lo conseguían, Zaza o Rodrigo siempre perdían la partida contra un imperial Umtiti (otro día más), un Busquets que marcó los tiempos y dio aire, y un seguro Vermaelen. Dani El mediocampo valencianista (Kondogbia, Parejo y Carlos Soler) estuvo desaparecido en la primera mitad, contando solo con situaciones forzadas y con muchas dificultades para poder enviar balones en buenas condiciones a los hombres de arriba. 

Guedes fue el mejor plantado en los de Marcelino, que estaba cumpliendo sanción, junto a la defensa, comandada por Gabriel Paulista y Garay, que supieron aguantar las acometidas del Barça. Un Zaza agresivo y un Rodrigo a la espera pasaron más desapercibidos. Al club azulgrana le faltó para poner la guinda al monólogo de primera mitad, ese último pase que este año no está encontrando con la facilidad de otros años. El mal estado de forma de un Luis Suárez que no se encuentra en el 4-1-3-2 de Valverde tampoco ayuda. Al uruguayo se le ve fallón, desesperado y fuera de sitio, cayendo anoche en hasta seis ocasiones en fuera de juego. Messi e Iniesta combinaban y ponían el juego, con un buen Paulinho (que robó 8 balones) y a pesar de un desaparecido Rakitic. Por las bandas, Semedo se incorporó de maravilla, poniendo en jaque a la defensa ché. Pero el gol no llegó. O sí. El momento clave, sin duda, el gol fantasma de Messi llegada la media hora de encuentro. A Neto se le escapó de las manos un tiro lejano del argentino, que claramente había entrado dentro de la portería, pero que ni el linier ni el árbitro así vieron. Con 0-0 y un Barça muy superior se llegó al descanso.

Rodrigo, máximo goleador español, dedicó su gol al fallecido Jaume Ortí (foto: MARCA)

La segunda parte fue un panorama distinto. Parejo y Kondogbia parecían otros, no así Carlos Soler, que dejó una versión más "normalita". La calma se apoderó del centro del campo ché, con un Barça menos intenso en la zona de destrucción, y las llegadas a la portería de Ter Stegen comenzaron a llegar. Primero avisó Guedes, que fue el mejor valencianista y rompió a Semedo en la segunda mitad. Respondió el meta alemán, pero luego confirmó Rodrigo, que sigue de dulce. Parejo vio la diagonal a la izquierda a Guedes, este esperó la incisiva incorporación de Gayà, que dejó en la estacada a Semedo, y con un determinante pase del lateral, el ex del Benfica puso el 1-0 a la hora de partido. Valverde confío en Deulofeu para revitalizar el partido, pero no surtió efecto. 

Mala actuación del extremo ante un Valencia que a medida que pasaban los minutos se espoleaba y se animaba más en un partido que, tras el gol ché, se convirtió en un un reparto de golpes, con un Barça roto, que bien pudo caer para cualquier lado, aunque el desequilibrio de Guedes parecía más peligroso que un ataque culé monopolizado por Messi y en el que Iniesta (sustituido por Denis) y Paulinho habían perdido protagonismo. Denis Suárez y Aleix Vidal fueron la siguiente respuesta del "Txingurri", pero el empate lo fabricó el de siempre con uno de sus socios preferidos. Ante unos negados Suárez y Deulofeu, Messi buscó el pase en elevación a Jordi Alba y este batió a Neto. En las últimas, el Valencia pudo marcar en cualquiera de las dos porterías, pero el balón no entró y se confirmó el reparto de puntos.

Jordi Alba marcó el gol del empate ante su ex equipo (foto: Mundo Deportivo)

Los de Marcelino y los de Valverde se van con un sabor agridulce de Mestalla. Los primeros, al irse con un empate tras ir ganando 1-0 ante los líderes, y los segundos tras haber dominado toda la primera mitad y ver como le arrebataban un gol legal. Algo que sacamos en claro es que queda MUCHA Liga, más de la que creíamos.