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Hwang se lamenta. (foto: Twitter) |
Este verano saltaron
todas las alarmas en el panorama futbolístico cuando la selección de Corea del
Sur fue recibida en su país en su retorno del Mundial. Los coreanos acudieron a
la cita mundialista con la premisa de tener que llegar a los octavos de final.
De este modo, sus jugadores se librarían de cumplir el servicio militar
obligatorio establecido por el Gobierno. Sin embargo, sus rivales de grupo
tenían otros planes y no llegaron a las eliminatorias.
Las imágenes que
salieron de los miembros del combinado nacional se viralizaron. Adultos
llorando desconsoladamente en sus vestuarios, conscientes de un destino
indeseado cada vez más próximo. El peligro de estar apartado del fútbol
profesional durante su tiempo en el ejército. A su misma vez, el aficionado
comienza a preocuparse por ellos. En especial por un pilar como Heung-Min Son,
que supondría una pérdida tremenda para los aficionados del Tottenham. Para
muchos, él es el mejor jugador asiático de la actualidad. Es comprensible que
sea el nombre propio en los titulares cuando se habla de esta cuestión.
No obstante, uno de los nombres que muchos obvian es el de un joven delantero que ya ha marcado goles en
competiciones europeas. Un rematador nato, que a sus 22 años ya está formando
una carrera internacional. Una pieza que el Hamburgo ha incorporado
recientemente, y que sin duda será uno de los nombres propios de este club en su intento por
regresar a la máxima categoría tras su primer descenso -del que también
hablamos con anterioridad-. Supongo que algunos sabrán a estas alturas que
estoy hablando de Hwang Hee-Chan.
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La carrera de Hwang se asemeja a la de algunos como Naby Keïta, reciente fichaje del Liverpool. (foto: Getty Images) |
Hwang es un punta
que sin duda alguna despierta admiración. Tiene una habilidad tremenda para
armar el remate en dificultades. Es un duende del gol, hábil y ágil en el arte del desmarque entre líneas. Además, se
desenvuelve también bien como segunda punta al ser un jugador que se deja caer
a veces a los costados del área. Uno de los últimos grandes exponentes de las
academias de Red Bull, que sigue los pasos de otros como Naby Keïta, Sadio
Mané, Leon Bailey o Kevin Kampl.
Primero en el
Liefering, luego en el Salzburgo, fue haciéndose un nombre a base de cifras
goleadoras. Ahora su destino será el Hamburgo, donde estará una temporada en
calidad de cedido. Un histórico en la Bundesliga que está necesitado de
efectivos en la delantera. Contando con prospectos como Van Drongelen, Bakery
Jatta o Tatsuya Ito -quien recientemente ha sido convocado con Japón-, Hwang
puede ser esa referencia ofensiva que el Hamburgo no encuentra desde hace
temporadas. Un jugador que haga de ese histórico tropiezo tan sólo una breve
mancha en el impoluto historial del Dinosaurio.
Por parte del
Salzburgo esta cesión es además un movimiento puramente estratégico. Hwang
aprovechará este año para adaptarse al fútbol germano y crecer como futbolista,
lo cual a podría catapultarlo hacia la plantilla del RB Leipzig de cara a la
temporada que viene. Un jugador que podría complementarse con gente como Timo
Werner, Jean-Kevin Augustin o Bruma en la delantera. Pero antes deberá superar
el reto de los Juegos Asiáticos.
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No fue el mejor Mundial del 11 surcoreano. (foto: FIFA) |
Tras el fracaso del
Mundial, la selección de Corea del Sur cuenta con una última oportunidad para
evitar el servicio militar: ganar los Juegos Asiáticos. A falta de un día para
la final quizá ya sepan el resultado de estos, pero por el momento los surcoreanos
han sabido imponerse a cada uno de los rivales que se les ha presentado en el
camino. Gracias a gente como el propio Hwang, Heung-Min Son o a Ui-Jo Hwang
-quien lleva 9 goles en la competición- el campeonato parece posible.
Mañana se
enfrentarán contra la otra principal favorita, que es la selección japonesa.
Ganen o pierdan, lo que está claro es que ese encuentro trasciende más allá del
trofeo. Es la oportunidad de una de las mejores generaciones de Corea del Sur
-sino la mejor- de poder seguir creciendo en lo futbolístico. De poder seguir
siendo héroes, más allá de las armas y el alambre de espino.
Para Hwang, un
partido que puede valer una vida. Más
allá de consagrarse nuevamente a nivel nacional, ante él está se presenta la
oportunidad de ser un ariete de renombre o de no serlo. La posibilidad de enseñarle al mundo que su selección es algo más que Heung-Min Son. La opción de este duende de usar su magia para demostrar a Alemania que el Dinosaurio no está
extinto todavía…
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