CIAO FERNANDO

(foto: MARCA)

Los rumores que tanto habían sonado en los últimos meses, años incluso, se hicieron realidad el pasado martes. Con un vídeo de sesenta segundos que colgó en sus redes sociales, Fernando Alonso anunció que dejará de dar gas en la Fórmula 1 cuando termine la presente temporada.

Pocas personas han significado tanto para un deporte en un país como lo ha hecho Fernando Alonso con la F1 en España. Un "pionero" que con sus actuaciones atrae a su público nacional a un producto desconocido. Quizás el fenómeno que más se le parezca hoy sea el de Carolina Marín y el bádminton, aunque aún le queda para igualar y superar lo de Alonso, España y la F1.

Desde que una tarde de agosto de 2003 un jovenzuelo Fernando, de tan solo 22 años, se convirtiera en Hungría en el piloto más joven en ganar una carrera de la F1, millones de españoles pegaron sus miradas y pusieron su atención, en una época en la que el motor predominante en el país era el del motociclismo, en esos coches de cuatro ruedas, pegaditos al suelo, con un sonido tan característico y que iban como rayos.

Levantarse a las seis, a las siete o a las ocho de mañana en fines de semana para ver a la marea azul y al Renault del asturiano se convirtió en tradición entre 2003 y 2006. De su primer triunfo se pasó en los años siguientes a presenciar con su confirmación en el Gran Circo, vibrar con muchas más victorias y celebrar sus dos grandes logros. El ya apodado "Magic" dio dos pasos de gigante en la historia del deporte español conquistando en 2005 y 2006 sus dos campeonatos del Mundo de Fórmula 1. Luchas encarnizadas con una de las leyendas ya por aquel momento como era Michael Schumacher, momentos como el "toma, toma", los puños al aire, los pajaritos celebrando cada primer puesto... son imágenes que le vienen a uno recordando estos sucesos.

Alonso celebrando uno de sus títulos mundiales. (foto: EFE)

Unos días que pronto tocaron a su fin. La (primera) salida a McLaren, en 2007, cambió su carrera por completo. Parecía un paso más allá en su carrera, la unión entre el piloto del momento y una de las escuderías más históricas, pero no fue más que una pesadilla, porque ese mismo año un joven y prometedor británico sería su compañero. A algunos os sonará el nombre de Lewis Hamilton. Decisiones controvertidas, declaraciones desafortunadas y anuncios de por medio, McLaren vio como Alonso pidió su salida del equipo a final de un año en el que "la puzolana" acabó por destrozar las ansias del equipo por ver a su chico campeonar.

Tras dos años de odisea en un Renault poco competitivo y con la F1 cambiando, otro equipo histórico (sino el que más) de la F1 llamó a su puerta. Él la abrió. Alonso se vistió con los colores de Ferrari para ser campeón de nuevo, pero tiró tres veces al palo en sus cinco años. Sin duda, la más dolorosa fue la primera. El asturiano aún tiene pesadillas con el alerón trasero de Vitaly Petrov. En 2014, con la llegada de los motores V6, Mercedes sustituyendo a Vettel y Red Bull en la tiranía y Ferrari sin respuesta aparente a corto plazo, Alonso se cansó y dejó la escudería.

La imagen que definió el GP de Abu Dhabi 2010. (foto: autobild.es)

Las cosas cambiaron después de todos estos años. Los coches siguen teniendo cuatro gomas, siguen pegados al suelo y yendo como rayos, pero ya no suenan igual y el número de aficionados que sacrifica sus mañanas de descanso para ver una Fórmula 1 estancada cada vez son menos. La tele en abierto perdió el interés (y el dinero) por adquirir los derechos y el público se fue desconectando, en gran medida. Sin duda, los desastrosos cuatro años en McLaren-Honda, McLaren-Renault ahora, de Fernando han sido un componente decisivo para ello.

Alonso ya sonríe fuera de la F1... aunque lo descalificaran en Silverstone. (foto: Toyota)

Y el último en perder el interés en la F1 ha sido el propio Alonso. Primero dejando cada vez más detalles irónicos y jocosos que mostraban su desesperación, segundo perdiéndose algún Gran Premio para participar en las 500 Millas de Indianápolis, y ahora dejándolo todo. El ovetense se ve con más futuro, con más ganas, en carreras de tipo Indy, 24h de Le Mans, 6h de Spa... y con el objetivo de conseguir la triple corona muy presente. Fernando deja la F1, pero sus aficionados nunca lo dejarán a él. Vayan a donde vayan él y su ilusión, allí estará su marea.

Comentarios