Richarlison al Everton por 56 millones, Kepa al Chelsea por 80, Lerma al Bournemouth por 30, Alisson al Liverpool por 75, Vestergaard al Southampton por 25, Fred al Manchester United por 59... Y la lista de desmesurados desembolsos es mucho más larga. Numerosos récords de mayor cantidad de dinero pagado se han roto y cada vez los equipos de más abajo de la isla inglesa comienzan a poder quitarle futbolistas a equipos como un Sevilla en España o un Mónaco en Francia.
Sin ningún tipo de dudas, Inglaterra es el paraíso de los traspasos. Los millones vuelan y vuelan en el país anglosajón, gracias en gran medida a un suculento -y equitativo- reparto de los derechos televisivos del que se favorecen todos los clubes, incluidos los de Championship, la Segunda División, que disponen de mayor liquidez que, por ejemplo, la zona media de la Primera española. Por eso, a horas de que comience una nueva Premier League, dos de los recién ascendidos han dado que hablar.
En primer lugar, el campeón de la pasada Championship. El Wolverhampton de Nuno Espírito Santo se paseó para lograr el título y la vuelta a la Premier League después de su salida en 2012, con un descenso a League One, la Tercera División, incluido en su camino de retorno. Los del Molineux se han convertido poco a poco en uno de los equipos a considerar en la próxima PL, si ya no lo eran antes del mercado de pases. De la mano del superagente Jorge Mendes, se han convertido en el
Portuguese Wolves. De todos sus jugadores, junto al técnico, siete cuentan con pasaporte luso -y seis bajo el amparo de Mendes-, entre ellos su director de orquesta, un Rúben Neves que el pasado verano dio un paso atrás para dar dos adelante.
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Neves se ha reivindicado en el Molineux. (foto: AMA) |
Para completar el sueño vivido en la 17-18, el desembolso del dueño, el chino Guo Guangchang, da para creer que el objetivo es algo más que la salvación. A los imprescindibles como Boly -ahora en propiedad del Wolves-, Doherty, Saïss, Diogo Jota -también en propiedad a partir de este verano, máximo goleador del equipo-, Hélder Costa o Bonatini, le ha añadido piezas como el portero campeón de Europa con Portugal, Rui Patrício, un lateral zurdo contrastado como el gallego Jonny y otro prometedor como Rubén Vinagre, un experimentado y organizador como João Moutinho, un mediocentro -o central- muy talentoso como Leander Dendoncker, que era capitán de todo un Anderlecht, a otro de los mejores jugadores de la pasada Championship como el ex culé Adama Traoré y a un delantero de caché como Raúl Jiménez, que se disputará el puesto con Bonatini. En total, 37 millones de libras gastadas por la asociación Mendes-Guo para obligar a un recién ascendido a ser la revelación. Juventud -Neves tiene 21 años y solo tres futbolistas alcanzan la treintena-, calidad y mimbres los tienen. Veremos si este transatlántico de, por el momento, viajes humildes, no se colapsa.
No se ha quedado lejos en movimientos en el mercado el Fulham. Los
Cottagers, que ascendieron tras derrotar en Wembley en el PlayOff de ascenso al Aston Villa, regresan a la alta escena siete años después. Muchos eran sin ver Craven Cottage iluminado con la luz de la Premier League. El hombre que lo ha hecho posible es Slavisa Jokanovic. Con un alegre estilo de juego, el técnico serbio devolvió la sonrisa y la categoría a su afición.
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El aroma de Craven Cottage vuelve a ser de Premier. (foto: Reuters) |
Y, como decía, este verano le ha traído más buenas noticias. La renovación de dos de sus estrellas, la joven esperanza inglesa Ryan Sessegnon -cumplió los 18 años en mayo-, primero lateral y ahora extremo zurdo, y de su número 10, capitán y brújula, Tom Cairney, permitía confiar en la continuidad de un proyecto ilusionante al que se han unido piezas de renombre que le han costado más de 100 millones de libras -poca broma- al pakistaní Shahid Khan, dueño del Fulham, que aumentan más las expectativas. Ha repescado del Newcastle al delantero serbio Aleksandar Mitrovic -del que somos muy fans-, que desde invierno aportó el granito necesario para conseguir el ascenso. Ha apuntalado su zaga tras la marcha de Fredericks firmando a Le Marchand, Calum Chambers y Alfie Mawson, y luego pasó a contratar a sus dos nombres más mediáticos: El primero, André Schürrle, otrora campeón con el Chelsea, intentará recuperar sensaciones, y se disputará un puesto en el ataque con Kamara, Ayité y Rui Fonte, tras aterrizar cedido por el Dortmund. El segundo es Jean-Michel Seri, mediocentro de finísimo toque que hace un año estaba en las agendas de Barça y Arsenal, que no es poca cosa.
Y si ya estos parecían bastantes movimientos y de importancia, no han sido los últimos, porque en el deadline day se han unido más piezas. Estas son Joe Bryan -viene a cubrir el hueco del LI que deja Sessegnon-, Timothy Fosu-Mensah -buen añadido para la zona central de la zaga desde el Manchester United-, Zambo Anguissa -músculo para el centro del campo-, Luciano Vietto -el delantero del Atleti buscará en Craven Cottage, donde llega a préstamo, recuperar la forma que dejó en El Madrigal- y Sergio Rico, siendo el fichaje de este último toda una sorpresa. Tras una campaña decepcionante, deja el Sevilla como cedido, y será la competencia de Bettinelli junto a otro español, Fabricio, ex Dépor y Besiktas. Una temporada para volver a vivir sensaciones casi olvidadas en el Fulham, cosa que no quieren volver a hacer en mucho, mucho tiempo.
Ya hemos hablado de dos de los ascendidos y de sus buenas sensaciones vistos sus movimientos en el mercado. Más reservas ofrece el otro de los que han regresado a la primera categoría, el Cardiff City. Los
Bluebirds vuelven a la Premier después de cuatro temporadas y de atravesar un período tan convulso como bizarro, con cambio de escudo y de colores por el medio y posterior
recogida de cable, cortesía de su dueño -sí, otro dueño-, el malayo Vincent Tan. Neil Warnock, que aterrizó en el equipo galés en octubre de 2016, dotó de tranquilidad al club, y un año y medio después celebró la vuelta a la élite después de finalizar segundo tras el Wolves.
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Nathaniel Mendez-Laing ha sido uno de los puntales del cuadro de Warnock. (foto: Peter Thomas) |
Y parece que la consigna vuelve a ser la de la calma. Después de ver las inversiones de los dos anteriores conjuntos, los 27,5 millones de libras utilizados por el Cardiff suenan a poco -sin serlo, no nos olvidemos-. La llegadas han sido un nuevo portero como Alex Smithies, Greg Cunningham para seguir sumando efectivos en una defensa que el año pasado fue la menos goleada -junto la del Wolves-, dos atacantes que la han roto en Championship como Bobby Reid -puede jugar como interior o delantero- y Josh Murphy -extremo-, un buen y experimentado mediocentro que viene a sustituir a Marko Grujic como es Harry Arter, y un español, el extremo Víctor Camarasa que estaba sin sitio en el Real Betis. Piezas mucho más modestas que las vistas en los equipos anteriores las que se han añadido al puzzle de Warnock, que mantendrá en buena parte su esqueleto de la 17-18 para intentar lograr la salvación. Porque, a diferencia de los otros dos ascendidos, este proyecto parece destinado a soñar con eso -que no es poco, por otro lado-. Nombres como Sol Bamba, el otro central Sean Morrison, los centrocampistas Aron Gunnarsson -capitán de la selección islandesa- y Joe Ralls y el delantero costamarfileño Kennet Zohore se mantendrán entre los fijos. En las casas de apuestas parten como favoritos para perder la categoría, claramente distanciados de sus compañeros de ascenso. Aunque, bueno, también lo estaban Brighton y Huddersfield el año pasado. Y el Cardiff no estaba entre la terna de posibles para subir a Premier.
A 9 de agosto, dos días para comenzar la Premier League 2018-2019, Wolves, Cardiff y Fulham se presentan con muchos sueños por delante y muchas preguntas por contestar. En mayo sabremos si los sueños se han tornado o no en pesadillas y si las respuestas son agradables u odiosas.
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