Es el momento de la parte final, y eso quiere decir que llegaron los Grupos G y H, al fin.
BÉLGICA, PANAMÁ, TÚNEZ e INGLATERRA se ubican en el Grupo G.
Pero Wilmots se fue tras el fracaso y tras él llegó Roberto Martínez, con Thierry Henry como ayudante. Aunque la competencia no fue, digamos, demasiado exigente, los belgas consiguieron su clasificación al Mundial muy cómodamente y anotando 43 goles en 10 encuentros, en un grupo que dominaron de principio a fin.
Martínez ha desenvuelto un esquema táctico de 3-4-3, en el que tiene grandes argumentos en el ataque en forma de jugadores top en la escena mundial y sufre en el apartado defensivo, lo que le hace ser frágil ante rivales más tácticos, algo que ha llegado a criticar hasta De Bruyne. Esa defensa la lidera Thibaut Courtois, portero del Chelsea. Segundo Mundial para él, llega tras una temporada irregular en el apartado particular y en el general, con los blues no alcanzando la Champions. Alderweireld, Kompany y Vertonghen forman una línea defensiva tan Premier como experimentada. Los tres son centrales top, pero las lesiones los han acosado en gran parte de su carrera. Si sucediera un contratiempo espera en el banquillo otro hombre que ha superado decenas de problemas físicos como Thomas Vermaelen. Ha demostrado que cuando está bien, es un seguro. El culé parte por delante también de Boyata, que ha entrado en la lista a pesar de sus numerosos errores defensivos.
Meunier y Carrasco se asentarán por las bandas. Aunque el del PSG sea de un perfil atacante, está acostumbrado a jugar como lateral puro, así que los belgas no deberían preocuparse en exceso por ese costado derecho, como sí podrían hacerlo por el izquierdo. El ex del Atleti, ahora en China, es un extremo habilidoso y eléctrico, y como buen extremo debería apoyar en defensa. Debería. Ya le costaba con los colchoneros y más de lo mismo con su selección. En el doble pivote se erige Kevin De Bruyne junto a Axel Witsel. El del Manchester City se ha acomodado en esa posición más retrasada con Pep Guardiola y ha crecido más como futbolista. Segundo mejor jugador de la Premier -tras el egipcio Salah-, máximo asistente y totalmente fundamental en el título. Está triunfando. Sin embargo, su acompañante Witsel eligió la opción más fácil (?) cuando en el momento en el que debía explotar como futbolista decidió el dinero chino. A pesar de ello, nunca ha perdido su puesto en la selección. A sus 29 años es uno de los más veteranos, pero la falta de competición al más alto nivel le ha jugado malas pasadas en ciertas ocasiones. Sí, Roberto lo elije por delante de Mousa Dembélé -personalmente, me encanta-, Fellaini -aunque, bueno, su nivel a veces también deja que desear- o del propio Nainggolan, no convocado "por razones tácticas". Tiene pinta de que en realidad es por razones disciplinarias, algo que siempre le ha fallado al de la Roma. Ya no hablo de Tielemans, porque es una sorpresa que haya hecho el corte después de una mala, pero mala de verdad, campaña con el Mónaco. Es muy joven aún para demostrar su valía.
El trío atacante está muy definido. Eden Hazard tiene más libertad atacante en la selección, pudiendo acomodarse en el extremo izquierdo. No ha tenido una temporada fácil en el Chelsea, pero todos sabemos de su peligro. Por la otra banda un Dries Mertens al que los años han hecho mejor, como el buen vino. A sus 31 primaveras ha completado su mejor campaña en el Nápoles, quedándose cerca del Scudetto y anotando 22 goles -y 34 la anterior-. Este puede ser su último Mundial y quiere disfrutarlo. Mertens jugará en la banda porque en la punta es inamovible -para Roberto y para los defensas- Romelu Lukaku. Este verano por fin dio el paso a un grande... y la verdad es que ha decepcionado un poco. 27 goles pero actuaciones bastante desesperantes contra los grandes de la Premier. En la selección es fijo, con 30 gols en 64 partidos a sus 25 años. En el banquillo aguardarán el hermano de Eden, Thorgan Hazard -muy importante en el Gladbach-, Adnan Januzaj -buena temporada la suya en la Real Sociedad, que le ha valido para volver a ser llamado- y Michy Batshuayi. Este último no encontró la regularidad que merecía en el Chelsea y en sus pocos partidos en el Dortmund demostró lo que vale, hasta que se lesionó de gravedad. Llega a la cita mundialista con poco rodaje, pero es un recambio de garantías de Lukaku y que abre opciones a otro tipo de juego.
Con el objetivo de competir ante Inglaterra y Bélgica, todo hace indicar que Hernán Darío Gómez, seleccionador panameño, dispondrá un esquema conservador de 5-4-1, con el que buscará guardarse las espaldas a base de lucha y aguante para sorprender en el contragolpe.
Para Panamá ya es un premio estar aquí. Que todo el mundo del fútbol pueda ver jugar a los canaleros es un orgullo para su afición, la marea roja. Ganar un partido sería un paso más, un trozo de historia para otro país que vive este deporte.
Quinta presencia en una Copa del Mundo para un país que no la alcanzaba desde Alemania 2006. Eso sí, una sola victoria en un Mundial, y fue en Argentina 1978, la primera de sus hasta ahora cuatro apariciones.
En su más reciente amistoso ante toda una España, ha demostrado la naturaleza de trabajo en equipo y de fortaleza, con habilidad para llegar al ataque... y eso que no jugó su gran estrella. Su seleccionador, Nabil Maâloul, tiene en mente un once conservador ante ingleses y belgas (seguramente un 5-4-1) y más atacante ante Panamá.
Una de las pocas selecciones en la que la portería no esta fija. Aymen Mathlouti, de 33 años, la tenía asegurada hasta los amistosos de marzo, cuando un mal inicio de temporada en su club se lo llevó por delante en su selección. Su reemplazante sería el diez años más joven Mouez Hassen, de ascendencia francesa y que esta campaña ha defendido la portería del Châteauroux. Por el lateral derecho sí está más asegurada la presencia de Dylan Bronn, así como la de Ali Maâloul -ningún parentesco con el técnico- por la izquierda. Ben Youssef y Meriah serán los centrales sí o sí en el sistema de cuatro defensas o cinco, habiendo dudas en quién podría unirse con la media decena. Reconvertir a Nagguez o a Oussama Haddadi podrían ser las opciones.
Ferjani Sassi y Mohamed Ben Amor se erigen como los mejor colocados para ser los que se sitúen en el doble pivote de Maâloul, con Ellyes Skhiri y Anice Badri en los costados derecho e izquierdo, respectivamente, ambos nacidos en Francia. En la zona del punta nace la gran duda, porque por ahora nos hemos dejado a la gran estrella. Wahbi Khazri puede jugar en banda, de mediocentro, de enganche, o de delantero con movilidad. A sus 27 años, el del Rennes condiciona todo el esquema de su selección, en la que es totalmente esencial. De no verlo en la delantera, podría entrar Naïm Sliti, del LOSC Lille, uno de los que se vería perjudicados de utilizar un mayor pragmatismo defensivo.
Al menos una victoria, ante Panamá, es lo que se esperan los seguidores tunecinos de
las águilas de Cartago. Ponerle las cosas difíciles a Bélgica e Inglaterra es algo que dan por seguro, pero lograr sacar algo ante escuadras tan potentes es más complejo. Alcanzar la segunda ronda de la competición sería, por ello, toda una proeza.
Ellos
crearon el fútbol pero pocas veces han disfrutado de las mieles de la victoria y muchas el suelo del fracaso. Lo normal es que una selección como la inglesa, que se ha clasificado al Mundial invicta y con apenas tres goles recibidos, llegue llena de fuerza, de aspiraciones, de ilusiones. Pero el escepticismo se apodera de cada aficionado de los
Three Lions cuando echa una miradita al pasado. Y no hace falta irse muy lejos.
Islandia y la Eurocopa 2016 es la última pesadilla de una larga noche que no parece acabarse. Eso quiere cambiar el cuadro de Gareth Southgate. Después de una triste etapa con Hodgson y el escándalo Allardyce, el ex futbolista se quedó primero como interino y luego como fijo. Afronta en Rusia su gran examen, la primera competición grande.
Con Southgate hemos visto una Inglaterra diversa. Desde la prensa inglesa apuntan a que en Rusia veremos a los ingleses formar con un 3-5-2 que potencie la velocidad de este joven grupo que se ha llevado el seleccionador consigo, solo tres futbolistas superan los 30 años -Cahill, Young y Vardy, ninguno titular, en principio-. Comenzando por la portería, Jordan Pickford será el titular. El del Everton ha adelantado a Butland y Hart -ni siquiera convocado- y se mantiene por delante de Nick Pope, que hace un año ni soñaba con estar en un Mundial. Mejor dicho, ni soñaba con vestir la zamarra inglesa. En la defensa de tres formará seguramente con un lateral y dos centrales. Walker, Stones y Maguire serán los elegidos, los tres jugadores que poseen un gran criterio con el balón, a pesar de que el segundo haya recibido numerosas críticas desde su llegada al Etihad Stadium. La zona de carrileros estará recorrida, por la banda derecha por Trippier, y por la izquierda por Danny Rose. Los dos jugadores del Tottenham, los dos de 27 años y los dos muy capaces de aportar en ataque. Por la derecha podríamos ver también a Alexander-Arnold. 19 años, revelación del Liverpool finalista de Champions, hizo el corte en el último momento. Descarado en ataque y capaz de secar a cualquiera en defensa.
Por delante, Jordan Henderson parece acomodado en la zona pivotal. El capitán del Liverpool y también de la selección ha dado un paso adelante esta temporada en su club, a pesar de que sigue acumulando mala fama desde alguna parte del público. Eric Dier es una alternativa a él con mucho sentido, otro del Tottenham, con un gran desplazamiento en largo y un espectacular lanzamiento en tiros libres. Seguramente, en algún momento del torneo, veamos a los dos juntos. En los interiores, Lingard y Alli parecen los favoritos para partir de titulares, pero no tienen asegurada su posición. Temporadas irregulares, el motivo. Ruben Loftus-Cheek amenaza sus puestos. Una de las razones del alzamiento del vuelo del Crystal Palace. Por último, si Southgate utiliza este sistema, dos puntas sería lo normal. Kane y Sterling cuentan con clara ventaja, con el del City un poco más retrasado de la zona del del Tottenham. Kane es gol -incluso cuando no los marca él- y movilidad cerca de la portería rival. Todo un lujo para extremos o atacantes como el mismo Sterling, eléctrico y con capacidad de desborde. En el banquillo tendrá Southgate al devorador Vardy, al inconsistente Welbeck y a la joven esperanza Marcus Rashford.
En Brasil se quedó fuera en la fase de grupos y en Sudáfrica en los octavos, por lo que un buen resultado para una selección que quiere alzar el vuelo serían los cuartos de final. En este grupo es, a priori, muy superior al resto, y en octavos se cruzaría ante otra selección inferior, por lo que no parece descabellado colarse entre los ocho mejores.
GRUPO H
POLONIA, SENEGAL, COLOMBIA y JAPÓN se encuentran en el último grupo.
Polonia llega al Mundial como una de las selecciones con más poder ofensivo -Lewandowski fue el máximo anotador de la fase de clasificación- pero también muy frágil defensivamente -fue la selección ganadora de su grupo que más goles encajó-.
Adam Nawalka es un hombre asentado en el puesto. Desde 2013 es seleccionador de Polonia, y tras una buena Eurocopa llega a su primer Mundial. A día de hoy, existen dudas sobre qué sistema puede elegir Nawalka, ya que su típico 4-2-3-1 ha ofrecido dudas.
Quien tiene su puesto asegurado es Wojciech Szczesny. El ex de Arsenal y Roma, ahora en la Juventus, ha mejorado sustancialmente desde su aterrizaje en Italia y es un fijo para Nawalka. Si Szczesny fallara por determinadas razones, el seleccionador puede confiar totalmente en Lukasz Fabianski. A pesar de perder la categoría con el Swansea, sus actuaciones son fiables con su equipo y con su selección. En la defensa llega el primer contratiempo. La lesión de Kamil Glik, clave por su liderazgo y rendimiento, es un gran hándicap. Podría llegar a tiempo, pero nunca al 100%. En una defensa central de dos, veríamos a Pazdan y a Bednarek, con el borusser Piszczek en el lateral derecho y Maciej Rybus en el izquierdo. Con una defensa de tres, Piszczek acompañaría a los otros dos centrales.
Krychowiak y Zielinski permanecerán fijos sea el esquema que sea. El ex sevillista no ha disfrutado desde la Eurocopa, donde se destapó y consumó su fichaje por el PSG, que acabó en una infructuosa cesión al descendido West Brom. Mientras, el del Nápoles puede encontrar su puesto en el mediocentro, en el enganche -entraría Karol Linetty en la zona de pivote- o más tirado a banda. Ha crecido mucho con Sarri y a sus 24 años y se le considera la estrella polaca del presente-futuro, comparándolo con la calidad de De Bruyne. Jakub Blaszczykowski -su historia de superación es conocida y admirable- y Grosicki son ya dos veteranos, fijos y siempre eficientes, además de que no hay muchos jugadores de banda para elegir. En la cima del esquema encontramos a dos piezas fundamentales. Poco que decir de Robert Lewandowski. Lleva el gol en las venas, es el rompedor de récords de su selección y le interesa más que nunca brillar en Rusia, ya que parece que saldrá del Bayern. Su acompañante será un Arek Milik que, tras superar dos roturas del cruzado que se produjeron después de la Eurocopa -donde lo hizo muy bien-, siempre ha rendido bien y su versatilidad ha hecho mejores al resto. En el banquillo esperarán su chance el polémico Teodorczyk y el joven Kownacki.
Desde 2006 no estaba Polonia en un Mundial, y desde 1986 no alcanza la segunda fase de la competición. Con el poderío atacante que posee, su buen papel en la pasada Eurocopa y su presencia en un grupo incierto, los octavos parecen la cota mínima que se le pide a la selección polaca. Y en un hipotético cruce ante una selección grande (Bélgica, Inglaterra) pero inestable, siempre puede caer la moneda de su lado.
Senegal llega a Rusia con mucha ilusión. Y no es para menos, tan solo es la segunda participación mundialista del país africano, 16 años después de la primera. La selección de Aliou Cissé -el entrenador con más
swag de este Mundial-, que era el capitán de la selección en el Mundial 2002, sueña con repetir proeza.
Cissé ha usado el 4-2-3-1 para dotar de solidez defensiva al conjunto y potenciar la velocidad de sus rapidísimos atacantes. Comenzando por la portería, el once senegalés es muy versátil. Abdoulaye Diallo, a pesar de no contar con oportunidades en el Rennes en la Ligue 1, parece ser el elegido por delante de Khadim Ndiaye, que no cuenta con el suficiente crédito por parte de afición y técnico. Por el lateral derecho estará Youssouf Sabaly, que también se puede desenvolver por el izquierdo. Campeón del Mundo Sub-20 con Francia, a la hora de la verdad optó por Senegal. 19 añitos tiene su competidor en el puesto, Moussa Wagué, que ya suma 9 internacionalidades y juega en el KAS Eupen belga. Lamine Gassama y Saliou Ciss se disputan el lateral izquierdo. El segundo, del Angers, acabó siendo fundamental en el Valenciennes que logró la salvación en la Ligue 2 francesa y parece partir con ventaja. En el eje de la zaga son básicos Kalidou Koulibaly y Kara Mbodji. El primero ha crecido muchísimo esta temporada en el Nápoles, fuerte por alto y cómodo con el balón en los pies, aunque a veces sufre algún desajuste posicional. No es menos importante Mbodji, segundo capitán y uno de los líderes de la selección. Una lesión grave le dejó mucho tiempo sin jugar en el Anderlecht, pero es un fijo con la camiseta de su país.
Cheikhou Kouyaté, capitán de la selección, será el pivote fundamental. Cissé siempre le encuentra sitio, a veces de central, sobre todo cuando Mbodji no ha estado disponible. El del West Ham ha tenido que superar muchas voces críticas para llegar hasta aquí y tiene su última gran oportunidad ante los ojos del mundo. Seguramente su acompañante sea Idrissa Gueye, o como pone en su camiseta, "Gana". El del Everton es el "pulpo" y la primera pieza del ataque senegalés. Menos calidad pero más físico en el centro del campo. Salif Sané, Cheikh Ndoye o el villarrealista Alfred Ndiaye completan las quinielas para conseguir un puesto. Por delante, intenten no mirarles fijamente o se marearán. Ismaïla Sarr -20 añitos, revelación del Rennes-, Mbaye Niang -por fin se decidió por Senegal-, Keita Baldé -canterano del Barça, brilló en la Lazio y ahora en el Mónaco- y, como no, Sadio Mané. La gran estrella -su Champions ha sido fabulosa-, juega más centrado con su selección. Su desequilibrio, velocidad y mordiente ante los espacios es el gran arma senegalesa. Por último, el puesto de delantero está en juego. Cissé no tiene un fijo entre Konaté -de lo mejorcito del Amiens-, Moussa Sow -experimentado, famoso por sus
golazos en Europa League-, Diafra Sakho -quizá el mejor actualmente, pero irregular- y Mame Diouf -también puede jugar tirado a banda, donde más actuó en el descendido Stoke, se le acusa de fallón-.
Uruguay, Francia y Suecia fueron las selecciones a las que Senegal despachó en 2002 para terminar su Mundial en cuartos. Repetirlo parece difícil, pero el peligro atacante de
las leones de Teranga puede jugar una mala pasada a cualquier conjunto. Encuadrada en un grupo apretado, la clasificación a octavos es posible. A partir de ahí, a soñar.
Después de ser la selección revelación en 2014, Colombia se presenta en Rusia con ganas de más. Se mantiene el bloque, el seleccionador y las estrellas. Los colombianos quieren ver a sus jugadores repetir sus bailes una vez más.
Pékerman ha ensayado con su 4-2-3-1 típico, y tiene un once más o menos definido, que sufre una gran variación con la lesión del lateral zurdo Frank Fabra. La clasificación llegó en Perú, en la última jornada, después de que las dudas de una mala Copa América 2015 y la mínima recuperación en la Copa América Centenario de 2016.
David Ospina será su portero. A pesar de ser criticado por ciertos sectores de la afición y no contar con el apoyo de Wenger en el Arsenal, el guardameta tiene su sitio asegurado bajo palos. Hizo un gran Mundial 2014 y ansía repetir. Por el lateral derecho está asentado también Santiago Arias, campeón de la Eredivisie con el PSV y 41 veces internacional a sus 26 años. Con la lesión grave de Fabra se ha beneficiado un jugador de LaLiga. Johan Mojica ha disfrutado como un enano y ha hecho disfrutar en el divertido Girona. Sus centros son un regalo para el delantero y sus carreras, vertiginosas. Su gran oportunidad. En la zona central, una pareja que juega al más alto nivel pero ha tenido una temporada diversa. Davinson Sánchez ha crecido mucho con Pochettino en su primer año en Europa en aspectos tácticos como técnicos. Su compañero será, a priori, un Yerry Mina que ha atravesado una difícil segunda parte de temporada. Llegó al Barça en enero y sus pocas actuaciones no han sido demasiado exitosas. Sin embargo, desde que Pékerman lo trajo a la selección, su altura y desparpajo con el balón han hecho mejor a la defensa. Su juventud -22 y 23 años- puede llevar a Pékerman a optar por más veteranía, y por y para ello podrían entrar Zapata o Murillo.
En el doble pivote parece que los elegidos serán dos conocidos de LaLiga, Carlos "La Roca" Sánchez y Jefferson Lerma. El del Espanyol pues... ¿hace falta decir algo más después de poner su apodo? Sánchez es mordiente y orden para el centro del campo colombiano. A su lado, un Lerma que en el Levante ha demostrado que ya no es ese jugador errático y físico que vimos años antes. Ha crecido técnicamente y ha ayudado a los granotas a subir a Primera y a mantenerse, a pesar de sus recientes lesiones. En el banquillo, otro ex conocido de LaLiga -y van...-, el ex Hércules, Abel Aguilar, que a sus 33 años es uno de los fieles de Pékerman, y uno que puede visitar nuestro campeonato próximamente como Mateus Uribe. El Sevilla se ha interesado en este mediocentro de 27 años, muy talentoso con la pelota.
Por delante, el fijo es James Rodríguez. Su enorme Mundial 2014 le valió un fichaje por el Real Madrid, que tras varios éxitos acabó en pesadilla y viaje a Múnich, donde vuelve a disfrutar del fútbol. Tras una gran temporada, espera, al menos, repetir los éxitos de Brasil. Es el alma de la selección, la estrella, el faro. En una de sus bandas estará Juan Cuadrado, que ha dejado atrás sus tiempos de lateral pero se ha mostrado irregular, en parte por las lesiones, aunque es pieza importante para Pékerman y Allegri. Entre Wilmar Barrios y Juan Quintero se disputarán el otro puesto. Y arriba, en el último escalón, "El Tigre" Radamel Falcao ante su último Mundial, probablemente. 32 años pero goles para regalar. 54 goles en las últimas dos temporadas, una Ligue 1 y una semifinal de Champions con el Mónaco. Ha recuperado su hambre y quiere saciarla en Rusia. Como recambios, un Carlos Bacca que ha acabado muy bien la campaña con el Villarreal, un Luis Muriel que aporta más movilidad que goles o las alternativas de Miguel Borja y José Izquierdo.
Repetir los cuartos de final es el propósito de Colombia. Parece la mejor en un grupo muy igualado, así que la clasificación a los octavos es una obligación, y el cruce sería un duelo entre selecciones parejas, a priori. Colombia quiere repetir el hermanamiento afición-equipo vivido en 2014.
Japón llega al Mundial con muchas incógnitas. En abril, la federación decidió cargarse a Halilhodzic. Derrotas ante Mali y Ucrania en amistosos, junto a un mal ambiente vestuario-técnico, se llevaron por delante al preparador bosnio, que llevó a
los samurais al Mundial con una cierta comodidad sobre Arabia Saudí y Australia.
Un hombre experimentado en el fútbol japonés como Akira Nishino asumió las riendas, y llegará a la gran cita con tan solo tres partidos amistosos de preparación. Aunque con poco rodaje, parece que el 4-2-3-1 será el esquema de confianza del nuevo seleccionador, después de ver como la defensa de tres no funcionaba ante Suiza.
Eiji Kawashima será el portero elegido. A pesar de descender con el Metz, donde también es titular a Ligue 2 francesa, su experiencia -83 veces internacional- es un grado. Hiroki Sakai tiene las papeletas suficientes para ser el lateral derecho titular. Es fijo en el Marsella que llegó a la final de Europa League -su
gol ante el Leipzig es de los más curiosos- y uno de los mejores de la Ligue 1. También puede actuar de lateral izquierdo, pero por ahí parece que jugará Yuto Nagatomo. Ex Inter, fue fijo durante algunas temporadas, hasta que se fue al Galatasaray y
anunciaron su fichaje de esta forma. En la zona central, Maya Yoshida -del Southampton- y Tomoaki Makino serán los teóricos titulares, con el polivalente Wataru Endo como reemplazante, junto al joven Naomichi Ueda.
En el doble pivote que puede plantear, Nishino tiene varias alternativas, y parece que todavía no se ha decidido. Ante Paraguay optó por Muto y el jugador del Getafe, Shibasaki, de inicio, mientras que en el anterior choque, que les enfrentó a Suiza, Oshima y Hasebe fueron sus elecciones, repitiendo el primero ante Ghana, pero con una distinta formación. Por delante, tres de sus jugadores más talentosos se repartirán los puestos. Por una banda -o en la punta, como ante Paraguay- tiene el puesto asegurado Takashi Inui. El jugador del Éibar, que a partir de julio será jugador del Real Betis, posee una gran capacidad dribladora y es muy veloz. Los veteranos e importantes Okazaki -campeón de Premier con el Leicester- y Keisuke Honda, ambos de 32 años, se repartirán el enganche y la otra banda, sin olvidar a un no menos popular Shinji Kagawa que tras el cambio de seleccionador ha vuelto a las convocatorias. Y la última pregunta que se hace Nishino es en la delantera. Tras confiar en primera instancia en Osako y Muto -providencial para la salvación del Mainz-, la gran actuación del antes nombrado Inui puede haber cambiado su mente, con otros como Takashi Usami o Genki Haraguchi luchando por el puesto. Mucho por decidir en poco tiempo.
Japón basa sus actuaciones mundialistas en la irregularidad. Nunca ha superado la barrera de los octavos de final, a donde ha llegado en dos de sus cinco participaciones hasta el momento. Alcanzar ese techo es el objetivo, en un grupo donde puede derrotar a dos de las selecciones, al menos, y olvidar su triste papel en 2014. Los nipones a partir de ahí podrían soñar.
¡AHORA, QUÉ RUEDE EL BALÓN!
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