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Los jugadores celebran el tanto definitivo de Gadeia. (foto: EFE) |
En la noche del martes, Movistar Inter cerró la que quizá sea la época más dulce de su historia. Cinco años de éxitos que vivieron su broche de oro, quién sabe si momentáneo o definitivo, con el gol de Gadeia que cerró la tanda de penaltis y dio el quinto título liguero a los interistas en otros tantos años.
Un período hegemónico como este se merecía un desenlace como el vivido en el Jorge Garbajosa. Y una final como la que nos han regalado Inter y Barça. Cuando todo parecía de cara para los de Jesús Velasco después de conquistar los dos primeros partidos, los culés se repusieron, sin Ferrao, y vencieron los dos choques siguientes en el Palau, sobre todo el cuarto envite, donde sucedió uno de los
momentos que quedará para el recuerdo de cualquier aficionado a este deporte.
En el feudo torrejonero no se vivió un encuentro al uso, sino que se produjo una batalla. La última, hasta la fecha, de la guerra entre interistas y blaugranas. Incluso hubo parte de bajas, con hasta seis lesionados, dos de ellos de gravedad, y uno que no pudo salir al parqué. Y no un cualquiera.
O'Mago Ricardinho, el mejor del mundo, con molestias, no pudo vestirse de corto. Dyego adelantó al Barça tras batir a Jesús Herrero en un mano a mano, poniendo a los barcelonistas por primera vez con ventaja en la serie. A partir de ahí, los de Andreu Plaza se echaron atrás e Inter se fue a por la portería de
Paco Sedano, que en su último partido volvió a ser decisivo, y tuvo que intervenir hasta en 20 ocasiones de entre los
¡78 tiros! de los locales. Con tanta insistencia, el premio tenía que llegar, y lo hizo con Elisandro, un auténtico golazo para el empate, con el que se llegó al final de los cuarenta minutos y de una prórroga en la que el medio a fallar era clarividente.
En los penaltis emergió la figura de Álex González. El meta de Inter no había jugado un solo segundo en la final, pero para los que sepan de esto no es nuevo decir que el ex Burela es un seguro cuando tiene que sustituir a Jesús Herrero. Una parada en el segundo penalti del Barça, a Sergio Lozano -que antes había fallado un doble penalti-, el único en el que se puso bajo palos, sirvió para cambiar el rumbo del partido y, a la postre, entregar la histórica quinta Liga al Movistar Inter. Imprescindible el recuerdo a Cecilio Rodríguez, utillero del equipo que falleció hace unos meses en pleno partido en Segovia. Desde que sucediera, los interistas han tenido un motivo más para seguir luchando.
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Desde un segundo plano, Álex González ha sido decisivo en cuartos, semis y final. (foto: LNFS) |
Nadie había logrado en la historia ganar cinco Ligas consecutivas en la historia de la LNFS. Pero es que al dominio y control absolutos en la competición de la regularidad se le añaden en esta media década de triunfos dos UEFA Futsal Cup -seguidas, repitiendo lo de Playas Castellón 2002/2003-, tres Copas de España -un subcampeonato, este año-, una Copa del Rey y una Supercopa -dos subcampeonatos-.
Jesús Velasco ha construido una máquina de ganar. Y de máquinas saben los aficionados interistas. La antaño máquina verde ha pasado a ser la azul. Los Schumacher, Marquinho, Daniel Ibañes, Neto o, cómo no, Luis Amado, hoy son los Ricardinho, Ortiz, Rafael Rato, Pola, Gadeia, Jesús Herrero... Este conjunto ha minimizado a un Barça Lassa -que antes de estos cinco años vivió su época dorada- con un presupuesto mayor y que ha reunido estrellas del calibre de Ferrao, Dyego, Esquerdinha o Rivillos, que hizo el viaje del Garbajosa al Palau el pasado verano. Este equipo ha hecho de la victoria algo normal y de la derrota lo inusual.
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La época de la máquina verde y del Autos Lobelle. (foto: Santiago Futsal) |
En 2009, seis años después de que comenzara el dominio de
la máquina verde, todo se frenó. Sequía casi total en España y en Europa, ocasionada por la mala gestión de esas temporadas finales de un ciclos histórico. Quizás este verano, cinco años después del primero, cuatro desde que aterrizara Ricardinho en nuestros salones, sea el del final de
la máquina azul. Hay rumores que hablan de la salida del capitán Ortiz, Rafael Rato no ha renovado aún, si alguien paga el millón y medio de euros de cláusula de Ricardinho el jefe José María García
no hará nada por frenarlo y el míster Velasco ha dicho que está cansado.
En las próximas semanas iremos conociendo más noticias, si este Inter sigue como tal o si habrá grandes retoques. Aunque, pase lo que pase este verano en los despachos, los cinco últimos años pasarán a la historia del fútbol sala nacional, y también continental, como el lustro de Movistar Inter.
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