|
(foto: Sky Sports) |
Mónaco ha sido la última prueba. Max Verstappen ha comenzado la temporada de la peor forma posible, de forma totalmente cruzada. Hasta ahora, son ya ocho errores propios del piloto holandés en seis carreras de tan solo esta temporada, que le han costado mucho, y que le pueden costar más.
No hay duda alguna de que Max es uno de los pilotos más rápidos de la parrilla actual. Pocos han tenido una salida tan meteórica como él primero a Toro Rosso y luego hacia "el primer equipo", Red Bull. Su enorme calidad al volante hizo que desde el alta esfera de la escudería no dudaran en ningún momento en sustituir a Daniil Kvyat por el holandés. La causa de esto, los continuos errores y malos resultados del ruso. Un abandono, una carrera no empezada, un tercer puesto, un 7º y un 15º acabaron por desplazarlo.
Verstappen, que cumplirá 20 años en septiembre, está no repitiendo, pero sí acercándose a los errores que acabaron por costarle a Kvyat el asiento. Hasta el momento sus resultados dicen que ha firmado un podio, siendo tercero en España, dos abandonos, un sexto puesto, un quinto y un noveno. Su estilo de conducción, agresivo, siempre buscando el adelantamiento y la vuelta más rápida, le está jugando una mala pasada.
|
Así dejó el coche Max en los libres 3 del GP de Mónaco. (foto: AP) |
La primera cruz la puso en el primer Gran Premio, en Australia. Pérdida de posición en la salida, de cuarto a quinto, trompo en la vuelta 10 y a remontar para firmar un sexto puesto, mientras su compañero Ricciardo, que salía octavo, finalizaba cuarto. En el segundo fin de semana del curso, segundo y tercer fallo. Accidente en la Q1 que le hizo salir 15º y toque con Hamilton que provocó el pinchazo de una de sus ruedas y el posterior abandono. Primer cero de la temporada y palo del campeón del mundo: "Red Bull tiene coche para hacer buenos resultados y no lo consiguen por no tomar buenas decisiones". Un Hamilton que también hizo de las suyas en sus tiempos mozos.
Pero el toque de atención de verdad llegó en China. Primero, salida de pista intentando adelantar a Hamilton, que le hizo perder la cuarta plaza con Ricciardo. Después de que el australiano adelantara al británico y a Vettel camino de la victoria, Verstappen se cruzó con el de Ferrari. En la penúltima curva del circuito intentó el adelantamiento por dentro en un movimiento imprudente, provocando el trompo de ambos, lo que hizo caer a este al séptimo puesto y a él al quinto. Helmut Marko esperaba al tulipán en las oficinas para darle su
merecida reprimenda.
Y tras tanto tiempo llamando a la puerta de la mala fortuna, hasta cuando "él no quiere", esta acude. En Baku, en una pugna con su compañero, Ricciardo no calculó bien las distancias y "se lo llevó puesto" en la recta de meta. Segundo cero de la temporada para ambos. En España llegó la primera alegría, con un tercer puesto tras salir quinto, y finalizando por delante de Vettel y Ricciardo. Ni siquiera el toque con Lance Stroll fue una traba para ver su estreno en el podio esta temporada en el circuito donde ganó su primera carrera, en su primera vez en el asiento de Red Bull.
|
Las consecuencias del impacto entre compañeros. (foto: gpfans.com) |
Pero este sábado las sonrisas volvieron a tornarse en seriedad. Un choque innecesario en los libres 3 acabó por costarle su aparición en la ronda clasificatoria. Y eso en Mónaco es más que un hándicap. Verstappen, condenado al último lugar con el coche más rápido del fin de semana, como demostró Ricciardo completando pole y victoria en las estrechas calles del Principado. En carrera, el holandés demostró su destreza y consiguió llegar con el coche entero a meta, en novena plaza y con la vuelta rápida. Dentro de dos semanas, Canadá. En 2017 se retiró, pero en 2016 fue cuarto. Claro ejemplo de su irregularidad.
Quizás si no fuera Max Verstappen hoy no estaría sentado en el Red Bull y estaría o fuera de la escudería o en Toro Rosso. Pero hay razones para confiar en "Mad Max", más allá de ser un niño mimado, como algunos dicen. Todos los jóvenes han cometido algún que otro error, y más en un coche tan capaz. No podemos obviar su velocidad y su habilidad por unas malas carreras o un mal comienzo de temporada. Es una de las joyas de la parrilla sin ningún tipo de duda, y para Red Bull es un privilegio.
Además, no hay un sustituto claro en la recámara. Gasly y Hartley no tienen pinta de salir aún de Toro Rosso, y desde el Red Bull Junior Team, equipo de desarrollo de donde salieron el propio Verstappen, Ricciardo o Vettel entre otros, no parece que haya nadie preparado para dar el salto. Dan Ticktum es el nombre que mas suena, pero la juventud del británico (19 años en junio), que compite en Formula 3 y Super Formula, junto con su inexperiencia significarían un paso atrás.
Verstappen se ha ganado el crédito a pulso. Lo ha demostrado con su precocidad para obtener buenos resultados y todo el futuro que le espera por delante. Red Bull ha apostado muy fuerte por él, conoce sus características, sus pros y sus contras, y no se podría permitir dejarlo ir. Queda Max para tiempo, y en Red Bull. Esperemos que no mucho más sea "Mad".
Comentarios
Publicar un comentario