HAKOAH VIENA: EL LEGADO JUDÍO

Escudo del Hakoah Viena. (foto: Peter Cresswell)

Si nos preguntamos cuántos deportistas judíos han resaltado, quizás el gran nombre que se nos venga a la menta sea el de Mark Spitz, ganador de siete medallas de oro en los Juegos de Múnich'72. Sí, hace 46 años. En la actualidad, en el mundo del fútbol hay dos equipos que se identifican con el judaísmo de una manera curiosa, el Ajax y el Tottenham. Pero hace casi un siglo, un club judío "de verdad" afincado en Austria copaba las portadas.

En Viena la población judía superaba los 200.000 habitantes antes de la fatídica segunda Guerra Mundial y la invasión nazi. Dos de ellos, el escritor Franz Löhner y el dentista Ignaz Körner, crearon en 1909 el SC Hakoah Viena, influenciados por la doctrina "Muskeljudentum", que promocionaba el desarrollo físico y deportivo entre los judíos y buscaba "curar el antisemitismo", muy difundido en la Europa del siglo XX. Esta teoría la realizó el famoso crítico sionista Max Nordau. ¿Y qué es el sionismo? Es la doctrina que, en esos tiempos, defendía la creación de un estado para el pueblo judío, ante la inexistencia por aquel entonces de Israel. El club, que tenía secciones de varios deportes, se mostró abierta y totalmente judío, siendo la estrella de David la protagonista de su escudo, y con el uso de la palabra "Hakoah", que es "fuerza" en hebreo, la idea fundamental de Nordau y su doctrina. Donde más destacó la figura de este club fue en el fútbol.

La plantilla del Hakoah en 1921. (foto: Hakoah Viena)

El Hakoah se reforzó solamente con futbolistas judíos (así como el Athletic hace con vascos y navarros), llegados desde la propia Austria y Hungría. Estos llegaban atraídos por una novedad que el club había introducido: pagar a los futbolistas. Y pagarles muy bien. Dicen los que vivieron esas épocas que llegaron a cobrar el triple que un trabajador medio. Toda una innovación administrativa. Así, el Hakoah Viena se convirtió, a base de coraje y el apoyo de los suyos, en el equipo de todos los judíos. En 1923, en una de sus múltiples giras que realizaron por el mundo futbolístico, el Hakoah realizó una gesta: se convirtió en el primer equipo en ganar a un conjunto inglés en las islas. La víctima, un West Ham, que se confió y alineó suplentes para caer por un contundente 0-5.

Pero su gran historia épica llegó en el año 1925. Tras el subcampeonato liguero en 1922, tres años después le llegó su momento. Y no de cualquier forma. En el antepenúltimo choque de la temporada, con el Hakoah jugándose el título, su guardameta, Alexander Fabian, se lesionó en el brazo, impidiendo que siguiera en la portería. En una época en la que las sustituciones todavía no existían, Fabian se vio obligado a reincorporarse al partido con el brazo en cabestrillo y como delantero. Siete minutos después y a nueve del final, el portero anota el gol que le da el título al Hakoah Viena. De ahí en adelante llegó la fama, los gritos, la violencia antisemitas disminuyó y los estadios se llenaron. Pero poco duró todo.

El Hakoah campeón en 1925. (foto: Hakoah Viena)

En 1925, tras ganar la liga, varios jugadores se quedaron prendados de Nueva York, en otra gira. Por eso, nueve de los futbolistas se quedaron allí, donde fundaron el New York Hakoah, que sigue vivo en la actualidad y que cuenta con tres títulos no profesionales de la liga estadounidense en la década de los 50. Entre ellos estaba Béla Guttmann, que triunfaría después como técnico del Benfica y dejaría esa maldición que otro día contaremos. Los que volvieron a Austria dejaron de ser el club campeón de liga para convertirse en un "ascensor", luchando por no bajar a segunda y por volver a primera división. Y los años negros llegaron. La ocupación nazi en 1938 acabó con el Hakoah Viena, y el estadio que disfrutaba de sus partidos, el Prater Park, vivió el último partido de la época dorada de la selección de Austria, el "Wunderteam" de Sindelar, antes de ser utilizado por los nazis para cualquiera de sus propósitos. Más de 6 millones de judíos fueron masacrados y asesinados por el nazismo. Otros tantos millones sufrieron las consecuencias sin llegar a la muerte. Pero el Hakoah no murió.

La plantilla del año pasado del SC Maccabi Viena. (foto: fussballoesterreich.at)

Varios jugadores consiguieron escapar a Palestina, y fundaron el Hakoah Tel Aviv, refundado en 1945 y desaparecido en 1949, para volver a ver la luz en 1959, con la fusión con el Maccabi Ramat Gan y pasar a denominarse Hakoah Maccabi Amidar Ramat Gan. En la actualidad disputa sus partidos en la liga Alef grupo Sur, la tercera división del fútbol israelí. Y en Austria se quedó el SC Maccabi Viena, que en 2008 compró las antiguas instalaciones del Hakoah y pulula por las divisiones inferiores del fútbol austriaco.

Estén donde estén, estos tres equipos seguirán representando con su estrella de David en el pecho, y de manera orgullosa, el sionismo y el sentimiento antisemita que una vez el Hakoah Viena profesó, de manera rebelde, ante la injusticia y la barbarie.

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