LOS JUEGOS DE LA PAZ | PYEONGCHANG 2018

Las dos Coreas desfilando juntas (foto: AFP)

¡Qué comiencen los Juegos! Esa es la frase que se ha gritado hoy a los cuatro vientos en el condado PyeongChang, que, tras dos disparos al palo en 2010 y 2014, ha conseguido celebrar los Juegos Olímpicos de Invierno en este 2018. Pertenece a la provincia de Gangwon, una de las dos que lindan con Corea del Norte, la parte más oscura de la Península coreana y la gran enemiga y amenazante de la del Sur desde la Guerra que aún se mantiene muy viva desde el siglo XX. Aunque parece que en los Juegos, la paz comienza ganando.

Los Juegos Olímpicos de Invierno se celebrarán desde el día de hoy hasta el 25 de febrero, en total 26 días. Más de 2.900 atletas repartidos entre 92 países participantes, serán los responsables de dejarnos la boca abierta con el espectáculo en quince deportes distintos: biatlón, bobsleigh, combinada nórdica, curling, esquí acrobático, esquí alpino, esquí de fondo, hockey sobre hielo, luge, patinaje artístico, patinaje de velocidad, patinaje de velocidad en pista corta, saltos de esquí, skeleton y snowboard. A pesar de no contar con el mismo nivel de popularidad que los celebrados en Verano, los Juegos de Invierno aseguran grandes momentos e imágenes en todas sus ediciones, además de la oportunidad de descubrir y disfrutar de deportes poco conocidos o menos vistos por la gente.

El curling, uno de los deportes más curiosos (foto: olympicchannel.com)

Como todas las competiciones, estos Juegos contarán con varios nombres destacados que intentarán dejar su impronta para la historia. El nombre más conocido es el de la esquiadora noertamericana Lindsey Vonn, múltiples veces campeona mundial pero solo una vez oro olímpico. Una grave lesión la apartó de los Juegos de 2014 y este año, en las pruebas de descenso, supergigante y combinada, tiene una cita con la historia. Pero la gran estrella será la también estadounidense Mikaela Shiffrin, que con solo 22 años se ha subido 15 veces al podio en 23 participaciones en Copa del Mundo, con 10 victorias. Llamada a ser el futuro, aspira a cinco oros y a marcar historia en estos Juegos, a los que llega tras superar una crisis de ansiedad. Marcel Hirscher será el gran nombre en la parte masculina. Seis veces campeón del mundo, en los Juegos solo tiene una plata, de eslalon en 2014. Este año, es el favorito en esa prueba y en eslalon gigante, en busca de romper su maldición. 

El biatleta francés Martin Fourcade es otro de los señalados, ya que intentará repetir sus tres oros de Sochi. Laura Dahlmeier es el Fourcade femenino, y viceversa. Cinco oros en los últimos mundiales, la alemana se presenta como favorita en las seis pruebas a las que se presenta. La fondista noruega Marit Bjoergen también buscará aumentar su leyenda, que por ahora se sitúa en seis oros, tres platas y un bronce, a los que se les suman más de 110 victorias en Copa del Mundo. Otro nombre a destacar, el del polaco Kamil Stoch. Defensor del título olímpico en salto de esquí normal y largo y subcampeón del mundo este año, intentará evitar ceder su corona ante el noruego Daniel-André Tande, campeón mundial.

Mikaela Shiffrin reúne muchas papeletas para ser la gran estrella de los Juegos (foto: FIS)

En patinaje artístico encontramos a la gran esperanza española. Seis veces campeón de Europa, dos veces campeón del mundo y cuarto en Sochi 2014, a sus 26 años PyeongChang se presenta como su gran cita para Javier Fernández. Si hay un favorito para hacerlo en España, es él. Una medalla para una corta delegación, que en su historia solo suma un oro y un bronce, y ninguna presea desde 1992, sería todo un triunfo, y él es el llamado para conseguirlo, junto al abanderado Lucas Eguibar (subcampeón del mundo) y Regino Hernández en snowboardcross, y Queralt Castellet en snowboard halfpipe. Uno de los rivales de Fernández será el japonés Yuzuru Hanyu, que en Sochi hizo historia y se llevó el oro con tan solo 19 años y quiere repetir proeza. El caso de precocidad de Chloe Kim es también digno de mencionar, como el del nipón. A sus 17 años, la estadounidense es la gran superestrella del snowboard. Medalla de oro en los Juegos juveniles de 2016, ha hecho historia siendo la primera en completar dos 1080 consecutivos, 6 giros en total. Una de las grandes irrupciones de los últimos años. En deportes de equipo, destacamos el curling, donde se incluye este año la prueba mixta, el favoritismo de Canadá en todas las pruebas, con Noruega y Suecia como grandes rivales, y siempre atentos a Estados Unidos.

La delegación española desfilando en el Estadio Olímpico, con Eguibar a la cabeza (foto: Getty Images//Ronald Martínez)

Una de las más destacadas ausencias será la del equipo masculino de Estados Unidos en hockey sobre hielo. La NHL no ha liberado a sus jugadores, y los mejores del equipo de las barras y estrellas no estarán en PyeongChang, aumentando las opciones de los otros grandes favoritos, los rusos. Y hablando de Rusia, el país como tal no estará en los Juegos. Las sanciones por el dopaje masivo en las últimas décadas en el país se ha cargado su participación. Eso sí, 169 deportistas rusos competirán bajo la bandera olímpica, denominándose "Deportistas Olímpicos de Rusia". Putin ha respondido creando una competición alternativa para los que no han sido admitidos. A lo suyo, como siempre. En verano lo tendremos más presente...

Como curiosidades de estos Juegos Olímpicos, el frío, los colores de las vestimentas y el aceite. Sí, algo que se le intuye a la palabra "invierno" quedará obvio en esta edición. Mientras en Sochi se alcanzaron los 20 grados en varias pruebas, siendo los Juegos más calientes de todos los tiempos, en PyeongChang será normal ver temperaturas bajo cero, amenazando el récord de -11ºC de Lillehammer 1994 y poniendo en riesgo varias pruebas. Congelación. Mientras, en el color de la ropa, en pruebas como patinaje de velocidad encontraremos seguramente dificultades para distinguir a los participantes ya que países como Alemania y Noruega han elegido el color azul para sus uniformes, muy típico de Corea del Sur y EEUU. Buscar la confusión parece el motivo más lógico, pero según Havard Myklebust, encargado de hacer el traje noruego, estos nuevos trajes azules son más rápidos que los antiguos rojos. Curioso. Casi tanto como el caso de Pita Taufatofua. Igual por el nombre no os suena, pero si os digo que fue el aceitoso abanderado de la isla de Tonga en los Juegos de Verano de Río 2016, puede que lo recordéis. Tras Río, el taekwondista se puso a entrenar en la prueba de esquí de fondo en un país con más de 30ºC como temperatura normal, y gracias al apoyo popular consiguió mejorar su equipamiento y prepararse para poder clasificarse a dos Juegos consecutivos, de diferente estación y en deportes distintos. Histórico.

El bueno de Pita desfilando orgulloso, una vez más (foto: AP//Jae Hong)

Pero, nos quedamos con la gran sorpresa de la ceremonia de apertura, la foto del inicio de esta entrada. Las dos Coreas han desfilado juntas, con una bandera común, y competirán conjuntamente en la disciplina de hockey femenino. Lo han hecho en PyeongChang que, curiosamente, se parece en el nombre a Pyongyang, capital de Corea del Norte. Una de las últimas veces que compitieron conjuntamente fue en el Mundial juvenil de fútbol en 1991, y la bandera unificada volvió a aparecer en los Juegos de Verano de Sidney 2000 y Atenas 2004 y en los Juegos Asiáticos de 2002 y 2006. Un consenso, un acercamiento de posturas, una paz que en términos políticos parece tan distante e imposible, que el deporte ejemplifica con un acto tan sencillo como caminar juntos, de la mano, sin diferencias, como hermanos que realmente son. El deporte como unión, el deporte como más que eso.

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