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Neymar regatea a Nacho (foto: Reuters//Paul Hanna) |
En la noche de ayer se cerraron los choques de ida de los octavos de final de la Champions League. 27 goles en ocho diversos y emocionantes partidos, que nos han dejado algunas conclusiones y otras incógnitas para los partidos de las próximas dos semanas.
La primera noche europea de 2018 nos dejó dos partidos bien distintos. En Basilea, el Manchester City impuso su ley casi de cabo a rabo. Comenzaron avisando los suizos en los primeros minutos, pero el poco atino o el vértigo en ataque y el naufragio en defensa dejó vía libre a la apisonadora de los citizens de Pep Guardiola para colocarse 0-3 en apenas 23 minutos, con goles de todos los registros por parte de Gündogan, Bernardo Silva y el que nunca falla, el Kun Agüero. La puntilla final la pondría de nuevo el turco Ilkay Gündogan en el 53'. A partir de ahí, los SkyBlues se dejaron ir, con la certeza de tener el billete a los cuartos en su mano. Un 0-4 que deja el choque de vuelta en el Etihad como una auténtica quimera.
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Noche plácida del Manchester City (foto: Getty Images) |
En Turín sí que hubo partido. La Juventus y el Tottenham, representando la experiencia y la juventud, nos dejaron una obra de arte de encuentro. La Vecchia Signora se adelantó y amplió su ventaja en tan solo nueve minutos de juego, por medio de un doblete del "Pipita" Higuaín, que pudo haber sido un hat trick, o un póker, de no haber marrado una ocasión clara en un contragolpe y el segundo penalti de la noche. Para esos momentos el Tottenham ya había puesto el merecido 2-1 en el marcador, fruto del dominio y el control del partido que la propia Juve le entregó a los de Pochettino. Harry Kane consiguió batir a Buffon al tercer asalto de su particular duelo. La avalancha de juego de los Spurs en ataque fue más poderosa que la calamidad defensiva, y acabó consiguiendo el mínimo premio merecido, con el empate de Eriksen en la segunda mitad, en una falta magistralmente ejecutada, con un golpeo raso al palo de Gigi, al que pilló a contrapié. Para Wembley pedimos al menos el 50% de diversión que hubo en este choque, en un partido de vuelta que estará muy abierto.
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El golpeo de Eriksen da ventaja al Tottenham (foto: Reuters//Massimo Pinca) |
Y si de experiencia y juventud hablamos, hay que destacar el gran choque que todo el mundo esperaba desde el día del sorteo, ya en la segunda noche. Se enfrentaron en el Bernabéu el actual campeón, el Real Madrid, y el rebelde PSG, que en la fase de grupos se destapó como el mejor equipo. El conjunto de Zidane comenzó como en las grandes noches de Chamartín, arrinconando al rival, pero los de Emery supieron tomarle la medida al partido y mediante Rabiot pusieron la delantera. Un penalti del superado Lo Celso a Kroos que transformó Cristiano Ronaldo al borde del descanso niveló el electrónico. En la segunda, el técnico vasco sorprendió a todos con el cambio de Meunier por Cavani y llevando a Alves al mediocampo, pero al final el movimiento ganador se lo anotó Zizou, dando entrada a Asensio en el 80', hombre que sería clave en los goles de Cristiano, de nuevo, en el 83' y de Marcelo en el 86' que dan una ventaja impensable horas antes a los Blancos. Neymar, Mbappé y cía buscarán la remontada en Parc des Princes.
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Marcelo celebra ante la mirada perdida de Emery (foto: Reuters) |
Alejado de la luz de los focos, al mismo tiempo que luchaban madrileños y parisinos,
el Liverpool llegó a Oporto e hizo un pim, pam, pum. Cinco goles como cinco soles que se repartieron entre los tres estiletes del ataque: Firmino, Mané y Salah. No sin la "aprobación" del guardameta portista José Sá, que no tuvo su mejor noche bajo los palos de las porterías de Do Dragão. El Oporto no pudo hacer prácticamente nada ante los reds en defensa, y en ataque no tuvo el acierto de otros días, con la baja de Aboubakar, su mejor goleador. La avalancha contragolpeadora y el equilibrio de mediocampo para atrás deja a los de Klopp con pie y medio (por no decir con los dos pies) en los cuartos de final y, como en el caso del City, el partido de Anfield como un trámite.
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Fiesta inglesa en Portugal (foto: Reuters//Matthew Childs) |
La segunda semana se abrió con otro de los choques más esperados. En Londres el Chelsea recibió al Barça, con la autoproclamada condición de víctima por parte del técnico del equipo londinense. Los de Valverde tuvieron el control del balón durante todo el transcurso del partido, pero no supieron en casi ningún momento cómo superar la muralla que Conte estableció delante de Courtois. A diferencia de los culés, los blues sí supieron crear peligro, y con menos tiempo de balón. En la primera mitad Willian se mostró como el mejor jugador del partido, estrellando dos disparos precisos en los dos postes de la portería de Ter Stegen y creando peligro cada vez que la pelota pasaba por sus pies. Con el gol, a la tercera, del propio Willian, en un despiste a la salida de un córner de la defensa del Barça, llegó el premio que se merecía el gran planteamiento del técnico transalpino. Tan solo un fallo en un mal pase de Christensen dejó con vida a un Barça planito. Iniesta recuperó, se la entregó a Messi y este, al fin, marcó un gol al Chelsea y en Stamford Bridge. El partido en el Camp Nou será otra historia.
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El Chelsea controló a Messi, pero no del todo (foto: EFE) |
En el otro partido, el Besiktas se plantó en el Allianz invicto en Europa, tras haber ganado su grupo y como la gran sorpresa. Pero la tarjeta roja al central croata Vida en el minuto 15 de partido fue la clave para que el Bayern Múnich no perdonara al conjunto turco. Thomas Müller rompió de manera inevitable las tablas en el marcador en el 43', y un minuto más tarde James Rodríguez se retiró del terreno de juego con molestias, después de realizar una gran primera mitad. En la segunda el rodillo se puso en marcha y con goles de Coman en el 53', Müller de nuevo en el 65' y Lewandowski por partida doble en el 79' y el 88', el equipo teutón dejó la eliminatoria vista para sentencia. Heynckes ha vuelto a reactivar a los bávaros una vez más, esta es otra prueba, y por lo pronto ya está en cuartos, a parte de que en Bundesliga ya le saque casi veinte puntos al segundo...
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Müller, poco estético pero siempre eficaz (foto: AP//Sven Hoppe) |
Y el último día de los partidos de ida se cerró en Sevilla y en Jarkiv. En el Pizjuán se produjo el único empate sin goles entre Sevilla y Manchester United. De Gea fue el nombre que estuvo por encima de todos. El ex del Atlético de Madrid detuvo todas las embestidas que un superior y atrevido Sevilla profirió contra su portería, incluido el cabezazo a quemarropa de Luis Muriel, que el propio delantero reconoció que podía haber rematado mejor, pero aún así, lección de reflejos del guardameta español. La vuelta de Banega, el trabajo del propio Muriel, la magia del "Mudo" Vázquez y el buen hacer de un Jesús Navas reconvertido al lateral también en Nervión fueron algunas de las claves del dominio sevillista. El United apenas tuvo producción ofensiva que pusiera en aprietos a Sergio Rico, Lukaku se vio frenado por Lenglet en casi todo momento y el planteamiento de Mourinho, incluso con Alexis, tampoco ayudaba a ello. El portugués sentó a Pogba de inicio, pero la pronta lesión de Ander Herrera le obligó a hacerlo entrar en juego. El francés también jugará en Old Trafford, donde los sueños del Sevilla de echar al ManUnited y avanzar a cuartos están más vivos que nunca.
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Una foto que bien resume el partido. De Gea parando (foto: Reuters) |
En el Metalist Stadium de Ucrania hubo dos partes. En la primera, la Roma tuvo el dominio, el balón y las ocasiones, que acabaron con el gol de la revelación de la temporada. Cengiz Ünder se ha hecho un hueco en el equipo de Di Francesco con cinco goles en los últimos cuatro partidos, incluido el que anotó ayer tras un pase de algo más que un delantero como es Edin Dzeko. La primera medallita que se cuelga Monchi en la Roma, este joven mago turco. Pero si la primera parte fue romanista, la segunda fue del Shakhtar. El equipo de Paulo Fonseca arrolló a la Roma, y primero con un gol de Facundo Ferreyra, previo envío largo y gran maniobra para deshacerse del defensa, y segundo con el golazo de falta de Fred, el Shakhtar le dio la vuelta al marcador. Y pudieron ser más, si Alisson no hubiera salvado varias ocasiones de los ucranianos. Porterazo bajo palos del equipo romano. Un 2-1 que deja contentos a ambos equipos, al Shakhtar porque iba perdiendo al descanso y a la Roma porque pudieron caer más. El Olímpico de Roma decidirá.
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El Shakhtar remontó y cogió la delantera ante la Roma (foto: AFP) |
Las dos grandes máximas que nos dejan estos ocho partidos:
1. La experiencia es un grado, y pesa mucho en estos encuentros. El Real Madrid sobre el PSG, el Barça en el fallo de Christensen, el planteamiento de Mou, el Bayern sobre el Besiktas... No se permiten fallos.
2. Y los ingleses están de vuelta. Dos prácticamente clasificados, otros dos que han salido vivos de duros compromisos ante rivales superiores y otro que se jugará pasar ante su afición.
Las incógnitas:
1. ¿Serán los rebeldes como Tottenham o PSG capaces de hacer de su casa un fortín y echar a dos equipos de la entidad de Juventus y Real Madrid?
2. ¿Sorprenderán Chelsea y Sevilla fuera de casa ante rivales superiores como son Barça y Manchester United, como ya han hecho en la ida?
El juego de la Liga de Campeones es el juego más esperado para los fanáticos. Veo casi todos los juegos de la Champions League. Creo que el Real Madrid ha tenido un buen desempeño esta temporada. ¿Qué opinas?
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