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Imagen del Laver Arena |
Australia vuelve a abrir un año más el mejor tenis del mundo. A excepción de Andy Murray por sus problemas de cadera, todos los gallos se reúnen en el cuadro masculino para batallar por el primer Grand Slam del año 2018.
Han pasado dos meses desde el ATP Finals, desde la Copa de Maestros, sin que hayamos visto a los mejores del mundo tenístico. Australia siempre se presenta como la primera gran prueba del año y donde la inactividad que precede al torneo pude deparar grandes sorpresas. Para encontrarnos un ejemplo de ello, solo tenemos que echar la mirada atrás, hace más o menos, un año. En la final se citaron
Rafa Nadal y Roger Federer, actuales número 1 y 2 del mundo, respectivamente, del Ránking ATP, pero que por ese tiempo considerábamos ya a ambos casi definitivamente apartados de la gran escena.
El suizo defiende título, pero se ha sacado presión de encima. "No creo que un jugador de 36 años sea el favorito". Más que su edad, su gran forma del 2017, sus 19 Grand Slams (cinco en Australia) y su infinita calidad son los argumentos de verdad que lo hacen estar en la terna. A su lado en las apuestas está el finalista de la pasada edición, su gran rival, Rafa Nadal. El manacorí no pudo acabar un inolvidable 2017 como hubiera querido, debido a molestias físicas, y querrá resarcirse en tierras aussies. Llega sin rodaje competitivo de verdad y no es su superficie preferida (pista dura), pero todos sabemos de lo que es capaz Nadal. Como apunte, Rafa va a jugar este primer Grand Slam de la temporada sin mangas en su camiseta, volviendo al estilo de sus inicios.
En Melbourne volveremos a ver sobre una pista de tenis a Novak Djokovic. El que fuera el gran dominador de los últimos 3-4 años lleva sin competir oficialmente desde el 12 de julio, en partido correspondiente a cuartos de final de Wimbledon. El serbio, que está en la zona del cuadro de Federer, deja atrás fantasmas del pasado y ha cambiado de equipo, dos mitos del tenis como Radek Stepanek y Andre Agassi estarán encima de él. El suizo Wawrinka, finalista en el pasado Roland Garros, es toda una incógnita. Su estado físico ofrece reservas, después de no haber acabado muy bien el 2017, y además ha cortado con su entrenador Magnus Norman, por lo que "Stanimal" no llega en el mejor momento a Australia.
Tampoco podemos obviar a figuras como la de Juan Martín del Potro o Grigor Dimitrov. El argentino se ha caído cien veces y se ha levantado ciento uno, y cada vez más fuerte. Nunca se duda de la garra y del tesón del de Tandil, que siempre le pone las cosas difíciles a cualquier rival, sea quien sea. Mientras, el búlgaro de 26 años llegará pletórico de moral tras ser el que mejor ha terminado el 2017, venciendo de forma sorprendente en la Copa de Maestros y acabando 3º en el Ránking ATP, y además jugará sobre su superficie preferida como es la pista dura, donde ya el año pasado puso en aprietos a Nadal. También habrá que vigilar a los ya no tan jóvenes, pero aún outsiders, como el peligrosísimo alemán Alexander Zverev, que ya ha derrotado a Djokovic o Federer, el incomprensible e impulsivo talentoso Nick Kyrgios o el también no falto de calidad, pero llamado a sufrir al estar alejado de su mejor superficie, Dominic Thiem.
En el cuadro femenino se presenta un Open muy abierto. Aún sin la gran dominadora y ocho veces ganadora en Australia, Serena Williams, ausente por su reciente parto, el abanico de favoritas es muy amplio. En un 2017 sin ella ya quedó clara esta máxima, con cuatro ganadoras distintas en los Grand Slams. La número 1 del Ránking WTA, Simona Halep, y la número 2, Caroline Wozniacki, aún no saben lo que es ganar un Grand Slam, y se plantan en Australia dispuestas a estrenar su casillero en las grandes tras haber empezado la rumana venciendo en Shenzen y la danesa siendo finalista en Auckland.
También habrá que contar, cómo no, con Garbiñe Muguruza. Tras asaltar París (en 2016) y Londres (en 2017), Australia es junto a el US Open los dos Grand Slams que le queda por conquistar. A pesar de sufrir molestias físicas en Sidney y Brisbane llega a por todas al Open australiano, donde tendrá que superar una difícil parte del cuadro, con rivales como Radwanska, Kerber o Sharapova. Muguruza no es la única representante española, ya que también están Carla Suárez, que nunca ha pasado de cuartos en un GS, y Lara Arruabarrena, que intentará romper la barrera de la segunda ronda. Otras tenistas como Venus Williams, Madison Keys, Konta, Svitolina, Pliskova o Caroline Garcia también parten entre las apuestas para ser campeonas.
Vuelve el tenis del bueno, de madrugada y con muchas emociones. Son buenos tiempos para los amantes de las raquetas.
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