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El alzamiento del trofeo más esperado por el balonmano español (foto: EHF) |
1996, 1998, 2006 y 2016. Todas estas decepciones fueron borradas y olvidadas ayer de un plumazo cuando España batió a Suecia en Zagreb en una demostración de coraje, para conseguir su primer entorchado europeo de balonmano.
Después de conseguir salvar el "match-ball" ante Alemania y derrotar a una Francia favorita en semifinales, España se plantó en la final del europeo por quinta vez, a pesar de no poder contar con una de sus estrellas y pilar fundamental, el portero Gonzalo Pérez de Vargas. El guardameta culé se lesionó en el choque ante Alemania, y la preocupación se adueñó del entorno de una selección que le había visto hacer actuaciones impresionantes. Pero ante la adversidad, respondieron el gallego Rodrigo Corrales y el convocado de emergencia Arpad Sterbik. El guardaredes del Vardar, que cumplirá los 39 en noviembre, no dudó en aceptar la llamada del seleccionador para incorporarse de inmediato al grupo... y ser providencial. Tres penaltis detenidos y la mejor parada del torneo le pertenecen a él.
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Sterbik, la figura (foto: Georgi Licovski/EFE) |
Suecia comenzó dominando la final con una gran defensa y un Appelgren casi imbatible desde la portería. Nielsen, Wanne y Ekberg lideraron el ataque sueco, sumando nueve de los catorce goles con los que la selección nórdica se fue venciendo al descanso por 12-14. Un cambio de esquema en la segunda mitad por parte del seleccionador español, Jordi Ribera, fue la clave, junto a la entrada de Sterbik por Corrales. El ataque sueco pasó de ser fluido a atragantarse en la defensa española, que comenzó detener las embestidas rivales y a robar varios balones, sobre todo los extremos Ariño y Balaguer, que permitieron anotar varios goles a la contra o incluso sin portero.
Como resultado, dos goles de Suecia en 18 minutos y parcial de 11-2 para darle la vuelta al marcador con un contundente 23-16. Más tarde se alcanzaría la máxima ventaja del partido (26-18), para ese momento ya se veía un trofeo teñido de rojo y amarillo. Ferrán Solé (5 goles), David Balaguer (5 goles), Ariño (4 goles), Dujshebaev (4 goles) y el capitán Entrerríos (4 goles) fueron la parte principal en el factor goleador de la selección española. Tras el pitido final, las celebraciones comenzaron y el alivio de por fin conquistar el trono continental se apoderó de todos en Zagreb.
Con este Europeo se pone una piedra muy importante en el camino de la selección española de balonmano, que suma a sus dos oros y un bronce mundiales, las cuatro platas y dos bronces europeos y los tres bronces olímpicos, y también en su historia. Un oro para los de antes, los de ahora y los de mañana.
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