BENEVENTO: UN SENTIMIENTO

Los tifosi del Benevento nunca han dejado solo al club (foto: LaNostraVoce)

Una imagen dio la vuelta al mundo en el día de ayer. Sin duda fue la del portero Alberto Brignoli cabeceando a gol un saque de falta, en el tiempo de añadido del partido que enfrentó a su Benevento con el AC Milan, que valió el primer punto del equipo beneventani en la máxima categoría italiana. Mucho ha tenido que pasar el equipo hoy dirigido por De Zerbi para llegar ahí.

La pobre región sureña de Campania acoge al colista de la Serie A, el Benevento y, al hasta ayer líder, el Nápoles. De hecho, las provincias napolitana y beneventani son limítrofes. La victoria y la derrota, tan juntas y tan separadas. La historia del Benevento comienza en 1929, con la fundación del Società Sportiva Littorio Benevento, que jugaba sus choques en el Santa Maria degli Angeli. En 1946, renombrado a GUF Benevento (siglas de Grupo Universitario Fascista, en pleno auge del fascismo italiano), logró su mayor hito, alcanzando la Serie B, la Segunda División Italiana, aunque nunca llegó a competir en ella debido a problemas económicos, que acarrearon en 1953 su desaparición. 

El AC Sanvito, un modesto club amateur de la provincia, asumió en ese 1953 el nombre, pasando a ser AC Sanvito Benevento, para volver a refundarse en 1962 como SS Benevento y en 1966 como Polisportiva Benevento. Durante los años 70, el club llegó a estar cerca del ascenso a la Serie B, que había logrado su club antecesor, para en la 1978-1979 volver a refundarse, como Società Sportiva Calcio Benevento, coincidiendo con la reestructuración de la Serie C. En 1987 descendió a la Serie C2 y en 1989 a la Interregionale, tan solo diez años después de estrenar su estadio actual, el Santa Colomba (renombrado en 2010 como Ciro Vigorito). En 1990, fruto de la acción de los tifosi, nació el FC Sporting Benevento, que tampoco superó la barrera de la Tercera División italiana, alternándola con la Cuarta, y que acabó desapareciendo con más pena que gloria en 2005 debido a, una vez más, problemas financieros.

En ese año 2005 nació el actual Benevento Calcio de la mano del empresario Older Tescari, que en marzo de 2006 dejó el club a los hermanos Oreste y Ciro Vigorito. Rápido logró el ascenso a la Serie C1, la antigua denominación de Tercera División, en el año 2007-2008. En 2010, Ciro Vigorito fallece, y con el apoyo de los tifosi se logra poner su nombre al estadio. Un año más tarde, su hermano Oreste abandona el club. Durante ocho temporadas el equipo giallorossi se quedó a las puertas del tan ansiado y buscado ascenso a la Segunda División, que llegaría en la campaña 2015-2016. Nada más y nada menos que 87 años después de su fundación y 70 de su primer ascenso frustrado. Un sueño hecho realidad, y que mejoraría. En la 2016-2017 retornaba de manera plena al club Oreste Vigorito, para finalizar lo que un día comenzó, de mano de su hermano. Finalizó la liga regular en quinta posición, bajo el mando de Gaetano Auteri, completando una gran primera temporada en Serie B. Clasificado para los PlayOffs de ascenso, echó al Spezia (8º) y al Perugia (4º), ambos por global de 2-1, para en la final sorprendera todo el mundo acabando con el Carpi (7º) por 1-0, gracias al gol de Puscas, y convirtiéndose en el primer club que en su primera temporada en Serie B subía a Serie A. Tenía que ser.

El sueño de la Serie A comenzó el 20 de agosto en el Luigi Ferraris de Genoa, con derrota ante la Sampdoria por 2-1. Amato Ciciretti, que llegó con el club en Serie C, marcó el primer gol de su historia en Serie A en el minuto 15, que les puso por delante. Luego remontó la Samp y se acabaron las buenas noticias... hasta la jornada 15. Varias goleadas (6-0 contra sus vecinos del Nápoles, 1-5 contra la Lazio...), destitución de Marco Baroni y un récord negativo de Europa, 0 puntos en 14 jornadas. Jornada tras jornada, derrota, y sueño que se convertía en pesadilla. Hasta que el Milan, en el que Gattuso debutaba como técnico en esa mañana de domingo, se cruzó en su camino. Puscas, el héroe del ascenso, marcó el empate a uno. Con 1-2 y el Milan con diez se llegó a la prolongación, y el resto ya lo sabéis. Tenía que ser ante uno de los clubes más importantes de Italia y de Europa cuando llegara ese gol tan histórico como impensable, que derivó en el éxtasis del Ciro Vigorito. El punto culminante de un club que ha tenido que superar obstáculo tras obstáculo para codearse con los grandes.

Alberto Brignoli, ex Leganés, directo a la historia del Benevento (foto: The Sun)

El Benevento Calcio ha logrado muy poco, y a la vez mucho, con este empate tan bizarro como entrañable. Podríamos estar hablando de los cimientos de una remontada histórica. Es solo una pequeña piedra, pero que merece que vigilemos a este equipo de cerca hasta junio.

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