HAMILTON VUELVE A SER EL REY

(foto: F1)

No lo hizo de la forma en que quería, pero el fin justifica los medios, dijo un día Maquiavelo. Lewis Hamilton se ha proclamado por cuarta vez en su carrera campeón del mundo de Fórmula 1. Lo hizo ayer en México, y le bastó con finalizar noveno tras el cuarto puesto de Sebastian Vettel, el único que puso en aprietos al británico en la lucha por el mundial.

Este 2017 no ha sido su año de más sufrimiento, pero ni mucho menos el de menos. No ha sido ese monopolio de Mercedes, que iniciaba el pasado marzo una nueva era, sin el campeón de 2016, el alemán Nico Rosberg, que se olvidaba de la F1 para ocuparse de su familia. La fuerte rivalidad ha vuelto al mayor circo del automovilismo. Aún así, Lewis ha sabido demostrarse como el mejor piloto con mejor coche de la categoría. El británico supo reponerse a un mal comienzo, en el que Vettel, líder de un Ferrari que parece haber vuelto a la gran escena, consiguió ponerse líder del Mundial, y los Red Bull (el otro gran coche de la parrilla) Ricciardo y Verstappen, se entrometían. A partir del Gran Premio de casa, en Silverstone, Hamilton fue una apisonadora y comenzó su remontada, coleccionando seis de sus nueve victorias (hasta el momento) de la temporada.

Hamilton ha sumado esta temporada más récords a su ya amplio palmarés, condicionado por su joven inicio en esto, qué tiempos. Era otra historia. El piloto de Mercedes se ha convertido en el piloto con más pole positions de la historia, superando a Ayrton Senna y a Michael Schumacher, sumando once primer puestos este 2017 y 71 en total. Es ya el segundo en el escalón de pilotos con más victorias en GP, con 60 en 202 Grandes Premios, conquistando este año China y Estados Unidos, ya que con cinco y seis victorias respectivamente, es el piloto que más grandes premios ha ganado en estos países. Y por último y quizás más importante, sube al tercer puesto de pilotos con más mundiales de la historia, empatado con Prost y Vettel y se sitúa como el británico con más campeonatos de F1 de la historia.

Hamilton admira el característico casco del malogrado Ayrton Senna (foto: F1)

Aún restan dos países por visitar este 2017, Brasil y Abu Dhabi, pero a efectos de campeonatos ya todo está decidido. Le ha costado más que nunca, pero Mercedes sigue siendo la referencia, y Hamilton recupera su corona. Atrás quedan ya los piques Hamilton-Vettel, el destape total de Verstappen y sus duelos suicidas con todos (este chico es futuro), los roces entre los pilotos de Force India, Sergio Pérez y Esteban Ocon, la progresión de Carlos Sainz que lo lleva a Renault o los continuos y repetidos problemas de fiabilidad del McLaren. Vandoorne y Alonso han sufrido otro año de penurias. Con el divorcio McLaren-Honda y la sustitución por Renault, se abre el enésimo abanico de esperanzas, que es lo último que se pierde, dijo alguien en algún momento, para el piloto asturiano, que sigue siendo seducido por Le Mans o Indianápolis. 2018 es ya lo que importa.

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