GIRO Y VUELTA ANTES QUE TOUR


(foto: ABC)

Otro año más, Giro de Italia y Vuelta a España han estado por encima del Tour de Francia, la gran cita ciclista de la temporada, en cuanto a niveles de espectáculo y emoción. A pesar de ello, la ronda gala es la que cuenta con más reconocimiento y atracción por el público. ¿Por qué sucede todo esto?

El final de La Vuelta nos ha dejado un sabor de boca muy bueno a los amantes del ciclismo. Hemos visto movimientos, acción, ataques (muchos de ellos a cargo de Contador), en resumen, espectáculo. Otro tanto en el Giro, que comenzó allá por principios del mes de mayo. El Tour, sin embargo, ha vuelto a dejarnos en este 2017 fríos y, digámoslo, en algunas ocasiones dormidos. Una de las razones que producen esta situación es el Team Sky. El conjunto británico es otro cuando se acerca "la Grande Boucle". A pesar de que siempre lleva un equipazo, con nombres de un nivel "top" en las tres grandes rondas por etapas, en el Tour los de Dave Brailsford se muestran sin fisuras, muy seguros de lo que hacen y cuidando cada detalle dentro y fuera de la carretera. Los Richie Porte, Wout Poels, Mikel Nieve, Michal Kwiatkowski o Mikel Landa le han hecho el trabajo más fácil a Chris Froome para conseguir sus cuatro victorias en los últimos cinco años en París. Un bloque fuerte en todos los terrenos y, sobre todo, polivalente. El ya nombrado Kwiatkowski y el ex campeón mundial contra el crono Vasil Kiryienka son dos de los muchos hombres fiables en llano y en las subidas. Y para 2018 llega Jonathan Castroviejo. Este fuerte bloque tiene el poder de controlar la carrera a su antojo, llevar a su líder casi a la meta e incluso de minimizar los malos días de "Froomey". Pocos se atreven ante ellos.

Los Team Sky siempre delante (foto: Cycling News)
Es cierto que en esta edición de La Vuelta se ha visto al Team Sky más dominador que nunca en España. 19 días ha liderado Froome, desde el tercer día hasta Madrid. Pero se ha visto otro tipo de carrera. En Francia, el Sky no permite absolutamente nada. Ni siquiera este 2017, en el que se hablaba de un recorrido novedoso. Las acometidas del AG2R de Bardet eran inútiles ante el trabajo incansable de los hombres vestidos este año de color blanco. Apenas le dejaban saltar del pelotón, como a otros ciclistas sin presencia por la General. Los británicos han sido líderes en 39 de los últimos 63 días de carrera francesa, y siempre en los momentos importantes. En La Vuelta, donde nunca Froome consiguió imponer su ley hasta este año y donde vivió su gran fracaso en 2016, Contador y Miguel Ángel López, entre otros, han sido los valientes que han intentado toser al Team Sky en la Península con ataques lejanos y efectivos. Esta situación, unido a un equipo con grandes ciclistas (Poels, Moscon, Nieve...) pero no tan fuerte e irrompible como en el Tour, genera más emoción en la carrera, que sea algo más imprevisible. Algo más de ciclismo. Y de esto sabe el Giro, actualmente la mejor gran vuelta en cuanto a espectáculo. Este año lo ha ganado un "croner", con eso se dice todo. Aunque Tom Dumoulin ya es más que eso desde el mes de agosto de 2015, era improbable pensar que el holandés podría batir en cara a cara a gente como Nibali, Pinot o Nairo Quintana con un equipo poco preparado para ello. Un Giro que si se recuerda, con momentos rocambolescos, movimientos atacantes, cara a cara entre los gallos... Eso sí, el Sky de Froome aún no ha intentado asaltar Italia, el trono que le queda pendiente.

Dumoulin se vistió de rosa en un Giro precioso (foto: semana.com)
Esto nos lleva a la pregunta que recorre el pelotón internacional los últimos años: ¿Como impedir el monopolio de un equipo en citas tan grandes? Y se responde con otras cuestiones. ¿Imposición de tope salarial? Esta es la más escuchada y apoyada por la opinión del público, e incluso de algunos del gremio, como Contador. Precisamente, el Team Sky es el que más posee en este 2017, con 35 millones, seguido por Katusha con 32 y BMC con 28. Evidentemente, a mayor presupuesto, mayor facilidad para mejores estructuras, mejores fichajes y mejor preparación. Pero la medida tomada para 2018 es la de reducir de 9 a 8 ciclistas por equipo en las tres Grandes Vueltas. El objetivo, a parte de reducir el exagerado número de competidores y buscar una mayor seguridad, es reducir el poder de los equipos que llevan a cabo la estrategia Sky y potenciar los movimientos atacantes, aunque parece insuficiente para muchos aficionados.

Por lo de pronto nada parece que vaya a alterar el dominio británico, ni siquiera esta decisión. A su equipazo continúan añadiéndole piezas de quilates para 2018. El Team Sky nos ha "robado" París y ha hecho lo propio con Madrid, pero siempre nos quedará Milán, o Roma... O no.

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