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(foto: FIBA) |
Hace escasos 26 años Eslovenia se independizaba de Yugoslavia tras "la Guerra de los diez días". Unos ocho años después nacía en su capital, Ljubljana, un chico llamado Luka, de padre jugador de baloncesto y madre campeona del mundo de danza. 18 años después, con la inestimable compañía de Goran Dragic entre otros, ese aún chiquillo ha llevado a su joven nación a lo más alto del panorama continental.
No venía como un tapado. El nombre de "Luka Doncic" es conocido por cualquier seguidor del deporte. Desde los 16 años en la primera plantilla del Real Madrid de Baloncesto, la joya eslovena ha destacado en casi todas sus participaciones por su descaro, su madurez y sobre todo su creatividad y enorme calidad que lo han llevado a donde está en tan poco tiempo. Con 7,8 puntos y 4,2 asistencias por partido en la pasada Euroliga, sumado a su carácter y su capacidad de liderazgo a pesar de su corta edad, ya se ha situado en las apuestas en el Top 3 del próximo Draft de la NBA, siendo por muchos expertos ya el favorito para ocupar el pick 1. Los equipos de la mejor Liga del mundo se pelean por el esloveno.
Su Europeo ha sido un mayor escaparate para el mundo. Aumentando sus cifras anotadoras, con 14,3 puntos por partido y unos increíbles 8,1 rebotes por partido (el cuarto que más, siendo base) y siendo insustituible en un equipo que ha ganado los 9 partidos, ante selecciones como Francia o la mismísima anterior campeona España, se ha presentado ante el público que aún no le conocía. Pero un jugador así no debe estar "solo". Y no lo ha estado. El ya mencionado Goran Dragic ha sido su mejor compañía. El ya NBA, jugador actualmente de Miami Heat, ha llegado en la plenitud de su carrera, y se ha sentido importante y líder, junto a Luka, de un equipo con bastantes bajas (como casi todas las selecciones). De esta forma le llegó su oportunidad de brillar y no la desaprovechó. Cuarto máximo anotador del torneo, con 35 puntos en la final (sin jugar casi el último cuarto) y llegando a las 5,1 asistencias, un MVP más que merecido.
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La pareja de la victoria (foto: FIBA) |
Por si ya era difícil, en esta temporada 17-18 se le plantea un mayor reto a Luka Doncic. En el que puede ser su último curso en España, la grave lesión de Llull le ha dado las llaves del timón del Real Madrid para bastantes meses. Laso no va a titubear en entregarle la responsabilidad a un chaval al que ha visto crecer como persona y jugador... y al que aún le queda tiempo y tiempo para hacerlo. Ya fue en la 16-17 un gran sustituto, e incluso complemento en varios momentos, del base mahonés y no hay dudas de su rendimiento, no puede haberlas.
Ahora se le presenta la oportunidad de dar ese siguiente paso, que la mayoría reciben más tarde y que a muchos se le atraganta. Se juega mucho el esloveno, a parte de los títulos, concretar esa posición en el Draft. Pero Doncic no es un chico normal y no se pondrá nervioso. Por algo ya tiene Europa a sus pies.
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